Comercio, comunidad y patrimonio
Sociedad Nam Joy y Sociedad Lung Sing Sea
(N. de R.). Marco Loo Zambrano entrevistó a la arquitecta Angie Chang Estrada, a raíz del estudio arquitectónico-patrimonial titulado “Sociedades Chinas de Lima: Comercio, comunidad y patrimonio” (Revista Devenir (No. 14), que nos permitimos publicar, con el objetivo de promover la conservación del Barrio Chino.
Marco Loo (ML): ¿Cómo así llegaste al tema de la migración china y, en específico, a las sociedades chinas?
Angie Chang (AC): Básicamente el tema de la inmigración china al Perú se ha estudiado desde los archivos y los que están formados para eso son principalmente los historiadores, son ellos los que han marcado la primera línea de investigación. A mí, particularmente, me motivó el libro de Sociedades Chinas de la investigadora francesa Isabelle Lausent-Herrera y recuerdo, claramente, el prólogo invitando a nuevos investigadores a enfocarse en el tema, para mí fue como una invitación personal y decidí estudiar estos espacios desde mi campo: la arquitectura y el patrimonio. Busqué estudios que se enfoquen en las Sociedades Chinas, porque al verlas solo desde la arquitectura se toman como edificio, pero para el que está dentro de la comunidad sino-peruana estas son patrimonio.
ML: ¿Justamente es interesante que el artículo se inicie con una experiencia tuya con la Sociedad Pun Yui…
AC: Sí. Ese acercamiento reforzó el interés y –más bien– a través de mi investigación empecé a conectar con lo chino en mi familia que yo pensaba era peruano entonces, conocer ciertas personas, ciertas costumbres, me ayudó a completarme como persona y al llevar ese conocimiento a mi familia ayudé a complementar esa parte de ellos. Y es que con la migración china se ven distintos tipos de familia: hay las que mantienen muy marcadas tradiciones, otras se han unido tanto a lo peruano que no sabes bien qué es peruano y qué es chino; otras son de migración tan reciente que claramente distinguen entre una cosa y otra; y, finalmente, están aquellas cuyo antepasado chino es tan remoto que lo chino se ha desvanecido en el tiempo y piensan que no conservan nada de esa cultura.
ML: Entonces, para esta comunidad tan diversa, estas Sociedades son un gran patrimonio
AC: Sentía y siento que como comunidad todo esto es importantísimo. Es nuestro legado, nuestra historia, la huella del paso de la inmigración china, pero ¿quién la conoce? ni nosotros mismos la conocemos; quizá tuve el acercamiento por el libro, por la carrera, porque en algún momento formé parte de un grupo de jóvenes con ascendencia china y eso me abrió la visión, empecé a preguntarme ¿y esto? ¿quién lo ha estudiado? ¿cuánto se ha estudiado? esto vale, y luego salta la pregunta ¿y por qué nadie lo cuida?
ML: La base de tu investigación se centra en el concepto de patrimonio donde marcas una gran diferencia entre una visión contemporánea y una más tradicional ¿cómo es el concepto de patrimonio que consideras más pertinente en relación a las sociedades chinas?
AC. Originalmente el concepto de patrimonio es el de un bien con valor que merece ser transmitido, algo palpable; con el tiempo esto se fue ampliando y entraron conceptos como patrimonio inmaterial, que ya no es necesariamente tangible: una danza, una técnica… así, patrimonio es la huella que va dejando generación tras generación. La visión tradicional de patrimonio se rige más por valores formales o que sean más fáciles de cuantificar ¿pero qué pasa con el patrimonio que no cumple con ninguno de esos puntos? Sentía que agarraba algo con las manos y se caía entre los dedos, afortunadamente estamos en una época de debate y mucho cambio acerca de lo que significa patrimonio y si necesariamente nos tenemos que regir con los criterios tradicionales; hablamos de preservar lo tangible pero también de conservar los nexos, las relaciones entre el sujeto y el objeto como lo sostienen Ballart y Tresserras: ‘Para que algo exista como patrimonio tiene que haber una comunidad interesada en eso, de lo contrario está condenado.
Si en el día a día vemos cómo el patrimonio muy importante es afectado entonces ¿qué le va a pasar a ese otro edificio que es más humilde? Lo pienso como una vez lo mencionó Isabelle Lausent-Herrera tomaría un helicóptero y me llevaría la Sociedad Tong Sing a otro sitio, pero al moverlo perdería completamente lo que es Tong Sing. Entiendo la idea de protegerlo pero parte importante de la arquitectura es el emplazamiento, el edificio existe ahí por una razón; y, en el caso de las Sociedades Chinas, debemos reflexionar bien hoy día, ¿quiénes erigieron esas Sociedades ahí? ¿es un grupo solo de chinos o es más amplio? ¿podría ser un grupo que represente que lo chino se ha amalgamado tanto con lo local que haga que los peruanos vean lo chino como parte de su patrimonio al mismo nivel que lo prehispánico o virreinal?
ML: En tu análisis divides la mirada sobre este patrimonio en interna y externa, con roles claramente distintos ¿cuál consideras ejerce más impacto para su conservación?
AC: En primera respuesta uno puede decir que estas edificaciones son de la comunidad china –la mirada interna–, pero, para mí, definitivamente es la externa como población; esto sale demostrado en las encuestas: preguntaba a las personas si estos edificios debían demolerse y respondían que no; preguntaba también si esto era importante y respondían que sí; eso me impactó bastante porque muestra el respeto de los peruanos hacia lo chino. Ellos entienden qué es pertenecer a algo y no se lo quieren quitar a alguien más, entienden que quizá las Sociedades no están en su imaginario, pero entienden que deben tener valor para algún grupo y no se lo quieren quitar.
El peruano en sí es muy solidario y en tanto pueda reflexionar que lo chino no es otra comunidad sino que es parte ya de la comunidad peruana entenderá que somos una unidad y que tenemos que cuidar todo porque es la diversidad del país, esto es lo que puede garantizar la supervivencia del patrimonio. Hoy los peruanos estamos reconstruyendo nuestra identidad y fortaleciendo la diversidad, espero el Bicentenario le de un impulso a este pensamiento.
ML: Y respecto al impacto comercial –del que según el artículo no se han salvado varias sociedades– ¿existe algún proyecto que busque preservar estos inmuebles o la zona completa?
AC: Creo que el único llevado a cabo es la remodelación de la Calle Capón en 1999. Hubo uno muy interesante elaborado por el arquitecto y urbanista Leung Jau-yin (ver nota aparte) el 2012 a través de EMILIMA, por lo tanto del mismo fondo de la Municipalidad Metropolitana; además, por esa misma fecha, Augusto Ortíz de Zevallos había planteado la remodelación del Mercado Central, eso, aunque no habla del Barrio Chino, iba a tener un impacto gigante, porque se planteó subirle el nivel similar a lo que se hizo con los mercados en Europa.
El proyecto de Leung era continuar la peatonalización del eje Ica-Ucayali cruzando la av. Abancay hasta llegar a Capón reforzando su sentido histórico, ya que originalmente esta calle ocupaba las cuadras 6 y 7 del Jr. Ucayali por lo que tendría sentido –incluso– que el Arco Chino esté ubicado en la misma Av. Abancay.
El proyecto además de peatonalizar la parte más importante colocaba mobiliario y arreglaba fachadas tanto de Capón como de Paruro y ciertas partes de Miro Quesada; el proyecto tenía como idea central el recorrido anual Año Nuevo Chino lo que reforzaba el sentido cultural. Intención hubo, el proyecto existe, pero el cambio de gobierno, la revancha política y la falta de continuidad sepultaron la remodelación del Mercado Central y la puesta en valor del Barrio Chino.
ML: Tomando nuevamente la diferencia de conceptos de patrimonio ¿recomendarías la inscripción de estos inmuebles Sociedades Chinas en la lista de Patrimonio Cultural de la Nación?
AC: Es una pregunta difícil y que genera muchos debates también. Al empezar la investigación tenía como meta que sean consideradas monumento porque pensaba que eso les daba una garantía para su supervivencia, pero luego de ver la realidad de múltiples monumentos –incluso con emblema de la Unesco– he llegado a pensar que quizá eso sería su partida de defunción. En el país cuando nos enteramos que nuestra propiedad es monumento nos queremos tirar por la ventana, porque lo primero que pensamos es que no nos van a dejar hacer nada y aquí lo que pasa es que, de manera directa o indirecta, el dueño destruye el predio para que finalmente lo alquile como playa de estacionamiento o algo por el estilo.
Las Sociedades Chinas para que sobrevivan tienen que tener flexibilidad. En primer lugar, los dueños mismos te van a decir que la Sociedad para que se mantenga tienen que tener un ingreso económico, no se puede negar eso, están en una zona comercial; pero aquí llegamos a lo mismo, potenciando un eje turístico tú puedes subir el nivel del producto, entonces ya no necesitas cantidades al mayoreo o tener grandes almacenes para vender plásticos. La calidad del público sube el precio del producto, mejora la exhibición, pero eso se logra a través de la gestión cultural con el propietario, con el público, el comercio y las instituciones para que poco a poco vaya cambiando la percepción, porque la realidad actual es que Barrio Chino está asociado a Mercado Central y Mercado Central está asociado a lo barato.