Legado familiar
José Kian Moromizato en el tradicional ambiente que ocupa en el mercado de la ciudad de Huacho
La gastronomía peruana es la fusión de decenas de culturas que han llegado al país. Estas dejaron alguna semilla, condimento o verduras que formaron, con el paso del tiempo, platos tan variados que no dejan de sorprender a nuestro paladar.
José Simón Kian Moromizato es el nieto de José Kian y Carmen Futema, quienes llegaron a Huacho desde Japón en el siglo XIX. Desde su llegada se dedicaron a la chacra y a criar chanchos. Es ahí que empiezan a realizar la salchicha, pero mejorando su sabor con algunos secretos que hasta ahora la familia conserva.
“Huacho acogió a mis abuelos, nos ha ido bien. Nos quieren bastante y somos una familia respetada. Sobre la salchicha, mi abuelo le enseña a mí papá y yo aprendí de él”, comenta Kian.
Al inicio la familia solo se dedicaba a vender la salchicha y más insumos que provienen del cerdo en su puesto en el mercado de Huacho en los años 1940, ya luego abren un local en el 2012.
“Yo no quería abrirlo, sino que mis hijos son los que me inculcaron esto, como era propio. Nos fue bien. Más bien muy chico nos quedó, me dijeron ‘vamos a abrir otro’ y ese local está hace cuatro meses”, señaló.
José Simón de 70 años estudió administración de empresas para colaborar en el negocio familiar y años después llegó el momento de tomar la “cabeza” del negocio que dos generaciones de su familia dejaron sobre sus hombros. “Era una experiencia nueva que teníamos que afrontar. Veía lo que venía, afrontamos y todo salió bien, felizmente”, agregó.
Dentro del ambiente donde se produce, prepara y envasa la salchicha, se encuentra un balde gigante donde se encuentra la mezcla de la carne y sobre una repisa, los ingredientes: Achiote amarillo y rojo, comino, naranja agria -cítrico que solo crece en Huacho- y el secretito de Oyichan, el culpable del real sabor de este plato.
“Mis papás me lo enseñaron, hemos ido mejorando la calidad, los años me han enseñado cómo ir llegando al sabor perfecto. Ahora la salchicha es 85% carne y 15% grasa, la cual es necesaria para la cocción”, afirma Kian Moromizato. Del mismo modo, la carne de cerdo es de granja y la obtienen de la pierna y paleta, Kian afirma que es porque son más blanquitas y más suaves. Es así que con este secreto logran vender 240 kilos de salchicha a la semana y con el que vendieron hasta mil kilos en las primeras ediciones de Mistura. ¿Qué los hace diferente? Al ver la salchicha, notamos un color distinto, pues en Lima estamos acostumbrados a la salchicha naranja, un abuso de achiote rojo. Al hablar del futuro, Kian Moromizato nos afirma que esperan abrir un local en Lima. Claro que esta idea viene siendo promovida por sus hijos, quienes sí pretenden seguir con el legado de su familia.