EL AMOR UNE LAS CULTURAS

Inti Raymi ratifica mutuos sentimientos

Foto: Andina

El Inti hizo de cupido y unió dos continentes y dos culturas. El cusqueño Alberto Vilca Quijua y la japonesa Susuka Ueki se conocieron hace unos años, durante la escenificación del tradicional Inti Raymi, y, finalmente, sellaron su amor en matrimonio civil en la municipalidad provincial del Cusco, adonde ella llegó vestida de coya y él como inca.
Debido a la pandemia del Covid-19, los flamantes cónyuges debieron agregar una prenda a la vestimenta incaica: las mascarillas, que solo se la retiraron para darse un generoso beso cerca de la pileta de la plaza de Armas de la ciudad del Cusco.
La idea de contraer esta unión surgió de Alberto, sacerdote andino en la escenificación del Inti Raymi, lo cual enamoró a Susuka que llegó hace cuatro años al Perú, ahora su segundo hogar.
“Ha sido la unión de dos culturas: la del Tahuantinsuyo y Japón”, remarcó Alberto, acaso ratificando que una semana antes se había conmemorado el 122 aniversario de la presencia japonesa en Perú y el Día de la Amistad Peruano Japonesa.
Susuka, que aprendió a hablar quechua, expresó: “Noka japon manta kani (soy de Japón); a mí me gusta la cultura andina muchísimo y en Cusco, Perú, voy a avanzar mucho con él; muchas gracias”.

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