Templanza, talento y equilibrio
Mauricio Wong Qyuevedi y Dayanna Ñahuis, en pícaro coqueteo. Fotos: Jair de la Cruz
A sus 30 años de edad, Mauricio Wong Quevedo alcanzó un nuevo sitial en su pasión por la Marinera Norteña al obtener el primer lugar, con su pareja Dayanna Ñahuis, en la categoría Adultos en el certamen anual (de carácter mundial) que organiza el Club La Libertad de Trujillo; anteriormente, fue declarado vencedor en Infantiles (2002) con Yuditza Ramírez, en Juniors (2008) con Christie Ñahuiz y en Juveniles (2014) con Susan Sánchez. Ahora apunta a participar en sitiales mayores: seniors, masters, oro y campeones de campeones.
Apenas el jurado calificador señaló a Wong-Ñahuis como vencedores, ambos estallaron en alegría: “Han sido meses de mucha preparación y esfuerzo, siempre supe que no sería fácil pero también estábamos decididos a lucharla hasta el final. Hoy puedo decir con mucho orgullo que todo valió la pena y que pudimos cumplir grandes sueños ¡Campeones mundiales adultos!. Asprovechando para agradecer a todos los que fueron parte de este proceso, “los profesores Memo Suero, Billy Cajas, Sue Ellen Araujo, Jonathan Pacheco, Mónica Grados, la familia que estuvo incondicionalmente, mis alumnos pendientes cada minuto, la mejor barra compuesta por amigos de toda la vida, mi enamorada Mariana que estuvo presente desde el primer momento y el primer ensayo y sobre todo a mi pareja, Dayanna Ñahuis, por confiar en mi y querer cumplir este objetivo juntos”, remarcó el tusan, tras nombrar al Club Libertad por dar la oportunidad de seguir disfrutando de la Marinera.
Por cierto, el triunfo se consolidó tras largos meses de rigurosa práctica y entrenamiento, tanto físico como mental. “Cuando bailas está concentrado en ello, liberando presiones internas y externas. No puede uno defraudar a los que creyeron. Es casi místico. Si bien la experiencia pesa, los nervios pueden hacer una mala pasada. Vale decir, hay que soñar con la marinera y consolidar empatía con la acompañante”, sintetiza.
Formación infantil
El afecto por la popular danza, nació tras un paseo familiar, con sus padres Carlos Wong Lu y Ana Celia Quevedo, más sus tres hermanos, al paradisiaco balneario Las Tortugas en Casma y rematar con una visita turística en la Ciudad de la Primavera; entonces frisaba los 5 años de edad y toda la familia fue invitada a asistir a una edición de la Marinera organizada por el Club Libertad; el infante quedó prendado de la habilidad y zapateo de las parejas y, en ese momento, decidió parte de su destino, contando con la paciencia, la explicación y la complicidad de la docente Olga Fernández.
De retornó a Lima sus progenitores dieron rienda suelta a la curiosidad de Mauricio, el más interesado de la prole. Mostró aplomo y talento para el zapateo, aprendió a dominar el escenario con ágiles desplazamientos, a los que sumó los infaltables salero, picardía y coqueteo, además de la elegancia para mover los brazos y las manos con el pañuelo blanco, vistiendo casi siempre un terno de color oscuro y el sombrero para impresionar a la contraparte.
Pero su genuino interés no concluye en solo bailar la marinera, sino también dedicarse a la docencia con una Escuela de Baile que lleva su nombre y se ubica en la sede del Rotary Club de San Borja, donde aplica sus conocimientos con soltura y metodología. Mauricio Wong Quevedo ha mostrado su destreza en escenarios internacionales, difundiendo la marinera a nivel mundial, con los auspicios del Club Libertad: Italia, Bélgica, Suiza, Francia y Japón, entre otros países, lo han aplaudido. “Ojalá pronto en China pueda establecerse una academia de marinera, es un sueño el bailar en la tierra de mis abuelos paternos”, dice.
Otra profesión
Paralelo a la danza, Wong Quevedo también es un profesional en el arte culinario. Egresado de la Escuela Le Cordon Blue abrió las puertas del Restaurante Kaikan, en Surco (CCEl Polo) y Miraflores (cuadra 8 de la Av. Santa Cruz). Engríe a los comensales con los conocidos Ramen, Makis, Gyozas, Yakimeshi, Costillas al Sake o Langostinos Empanizados Salteados; y tiene recetas especiales para potajes como Pancetas a la Obachan o el Salmón Kai, entre otros.
El nombre de Kaikan lo tiene bien grabado desde tiempos infantiles, pues en su traducción al español implica “sentimiento” y el compromiso de desarrollar una relación sincera con base a la salud mental y física; en inglés sería “feeling”.
El baile y la cocina son dos grandes complementos en su diario transcurrir, “pero es valiosa la buena formación que nace en el hogar, ese apoyo familiar y el esfuerzo personal contribuyen a lograr objetivos, esa amalgama me permite avanzar hacia el éxito,”, remarca en serena explicación para que los progenitores, tutores y educadores abran oportunidades a los niños, adolescentes y jóvenes que muestran talento.
Otros ganadores
Claro está que Mauricio Wong Quevedo no es el único descendiente chino en participar y obtener primera posición en los anuales campeonatos nacionales y mundiales que organiza el Club La Libertad: encontramos a Adela Ahón Olguín, en las categorías Campeones de Campeones (1990), Masters (2008) y Oro (2015); Martha Wong Wong (prima de Mauricio) en categoría Adultos (2011) y Campeones de Campeones (2013); María Anaya Sueng, categoría de la Unidad (2021); y Augusta Vanini Chang, categoría Adultos (1995) y Seniors (2000).