60 AÑOS EN EL PERIODISMO
Los caminos del periodismo lo llevaron a vivir diferentes experiencias. Aquí junto al político Víctor Raúl Haya de la Torre (1963). (Créditos: Archivo personal)
Olga Guillot y Alfredo Kato, cuando la “Reina del Bolero” actuó en Lima en julio de 1965
El primero de de abril, de 1962 comencé a laborar en “La Prensa” y, cómo es el destino, también un 1 de abril, pero de 1984, en “El Comercio”. Así es que hoy cumplo 60 años haciendo periodismo. ¡Qué viejo soy! Y eso que no estoy considerando el poco tiempo que, cuando estaba por finalizar mis estudios en la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica, fui redactor de “El Diario” que lanzó la empresa periodística de Pedro Beltrán, cuando éste fundó el partido “Los Independientes” con la idea de competir en las elecciones presidenciales del 62. Cuando se dio cuenta que no tenía chance alguna, cerró el tabloide del que solo llegó a vocearse en las calles – todavía existían los canillitas- durante tres meses,
La mayor parte de los redactores éramos alumnos de la Escuela de Periodismo, que dirigía la doctora Matilde Pérez Palacio, y recuerdo entre ellos a Alejandro Sakuda, Eduardo Torrejón, Luis Angel Pinasco, Gilberto Miranda, Ricardo Müller, Diana Chang y otros. “El Diario” también contaba con gente de peso como Pepe Ludmir, Pablo de Madalengoitia y Blanca Varela. Nunca tuvimos carnet y cada vez que íbamos a cumplir alguna comisión y veían nuestro rostros de chibolos, debíamos mostrar una carta de presentación que nos acreditaba como periodistas. De esa época recuerdo que Sakuda y yo almorzamos en el comedor del Congreso de la República y mi viaje a Ancash cuando se produjo el aluvión de Ranrahirca.
Tuve la suerte de ingresar a “La Prensa”, gracias a Guillermo Thorndike quien, con Santiago Tong, guiaron a los entonces “prospectos de periodistas” en “El Diario”. Durante un año me prepararon muy bien: fui Redactor de Turno, de día y de noche. o sea el que cubre todas las noticias inesperadas que surgen durante su horario. También informé desde los tribunales de justicia, desde el Aeropuerto Internacional hasta que me pasaron a la página Política y diariamente tenía que informar sobre las siguientes fuentes. Jurado Nacional de Elecciones, Jurado Departamental de Elecciones, Partido Aprista, Movimiento Social Progresista y Frente de Liberación Nacional.
En mis primeras vacaciones viajé a México con una delegación de estudiantes de la Escuela de Periodismo y me quedé un mes. Aproveché para enviar notas y entrevistas sobre Espectáculos y, cuando retorné al trabajo, Pedro Felipe Cortázar me comentó: “Veo que te gustan los espectáculos. ¿Sabes diagramar? Yo le respondí que podía aprender y le pedí a “Perico” Rodó que me enseñara. Unos días después, vi convertido en realidad lo que siempre había soñado: ser un cronista de Espectáculos. Pero durante un buen tiempo me encargaron también la página Cultural. En “La Prensa” escribía la columna “Detrás de la Pantalla” y luego la página “Quién TV” en el suplemento “7 Días v del Perú y el Mundo”.
A mediados de los 80s, cuando “La Prensa” tambaleaba y las quincenas dejaban de ser pagadas oportunamente; “El Comercio” planeaba mejoras para beneplácito de sus lectores. Así, de acuerdo a su slogan “Un viejo diario con ideas nuevas”, se deshizo de sus viejas rotativas y linotipos y adquirió los equipos que acababa de lanzar la industria gráfica con sistemas de Fotocomposición (producción del diario) y de Offset a color. Pero los cambios no eran solo mecánicos y técnicos, requirieron también periodistas y afortunadamente se acordaron de mi. Gracias a la columna “Mirador”, que era muy leída, permanecí veinte años en el Decano de la Prensa Nacional. Siempre agradezco a Kamisama (Dios) por haberme permitido laborar en los dos más grandes e importantes periódicos de nuestro país.