EL CONEJO DE AGUA EN EL CALENDARIO CHINO
El calendario agrícola chino cuenta con larga data y recorre ciclos
sexenales, que nacen tras el solsticio de invierno, combinando los doce
animales y los cinco elementos que lo rigen, generando
criterios sobre el acontecer futuro de los nacidos en cada
edición en concordancia con el agua, metal, madera, fuego o tierra. Tiene diferencias de fondo y forma con el calendario gregoriano
u occidental, pues su origen se remonta al siglo XIV antes
de nuestra era y nació del mito del
malévolo Nian. Se espera que el Conejo de Agua
sea auspicioso para la humanidad, al abrir camino para el
arribo del dragón de madera.
El calendario lunar chino califica a las personas en función de su año de nacimiento, a diferencia de su símil occidental, que lo hace según el día y mes. Además, las representa con un animal, que conceptualiza las características de su forma de ser, y se les asigna un elemento: metal, madera, agua, fuego o tierra.
El signo del conejo o liebre (según la mitología) representa en la astrología china la longevidad y simboliza gracia, buenos modales, salud, bondad y sensibilidad; su par en occidente sería el gato del antiguo Egipto. De acuerdo a la astrología del oriente, el 22 de enero inició el año 4721 y marca un tiempo de limpieza espiritual, para sentar bases en proyectos, emprendimientos y, también, pensamientos diáfanos.
En el horóscopo chino, basado en el calendario lunar, se utilizan 28 constelaciones para las predicciones, y el ciclo completo tarda 60 años en volver a iniciarse. Así, el Año Nuevo chino comienza con la salida de la segunda luna nueva después del solsticio de invierno (21 de diciembre en 2022). La fecha inicial, entonces, varia entre el 21de enero y el 22 de febrero. El Conejo de Agua reemplaza al Tigre de Agua y abre el camino para recibir al Dragón de Madera (9 de febrero de 2024).
Según lecturas de expertos, aquellos que nacieron bajo el signo del Conejo serán protagonistas y dependerá de ellos el futuro de los otros. Este 2023 afectará a los conejos nacidos en 1963, al haber vivido un ciclo de sesenta años completo. Igualmente, los conejos de 1927 y los de 1987, deberán reflexionar sobre sus vidas y analizar lo que verdaderamente es indispensable o lo que ya no les suma. Al resto de conejos, este año les servirá de aprendizaje a fin de no dejarse explotar e, incluso, podrían convertirse en ejemplos a seguir.
Las personas nacidas en el año del Conejo (y en concreto los que han cumplido el ciclo sexenal (1963), son amigables y amables con el prójimo y la sociedad; adaptándose a toda condición en que se desenvuelve, aunque ha de tener cuidado de la influencia externa o de ser muy confiados con terceros, por ello es indispensable que fortalezcan a su independencia.
El Año Nuevo Lunar se remonta al siglo XIV aC, cuando gobernaba la dinastía Shang. Sus orígenes están impregnados de leyenda. Una historia dice que un monstruo llamado Nian atacaba a las poblaciones de las aldeas al comienzo de cada año; empero, se aterrorizaba cuando escuchaba ruidos fuertes, luces brillantes o estaba frente al color rojo y sus matices. La gente se aprovecho de esas debilidades para ahuyentar a la bestia.
Beneficios y ventajas
El conejo o liebre, ágil, ingenioso y cauteloso, arriba al zodiaco graficando la armonía con la esperanza de paz y prosperidad, invitando a enfocar los hábitos cotidianos con destino a corregirlos y encontrar líneas rectoras en la vida.
Por cierto, hay que tener en cuenta las peculiaridades que ofrecen los elementos: Metal, alegres, independientes, disciplinados y competitivos; Agua, creativos, transparentes, francos y responsables; Madera, osados, emprendedores, voluntariosos y tenaces; Fuego, impulsivos, originales y sentimentales; y, Tierra, seductores, pragmáticos, apasionados y planificadores.
El Año Nuevo Lunar o Festival de Primavera es la celebración primera y más importante del calendario agrícola y los actos festivos empiezan con antelación de cuatro semanas, preparando el nuevo tiempo destinado a atraer suerte y prosperidad; tradicionalmente, se embadurna con dulce los labios del dios de la Cocina para cuando viaje a confesar los secretos de la familia ante el emperador del Cielo solo hable exquisiteces de la familia.
Dado que el mítico dragón es el símbolo chino de poder y buena fortuna, en todas las regiones del país asiático y en las comunidades chinas en ultramar se realizan pasacalles de dragones, acompañados de coloridos leones, por plazas y vecindarios, durante los cuales se convierten en los personajes centrales, manejados por hábiles danzantes, de la festividad primaveral.
CONEJO
Símbolo del Nuevo Año Lunar: Tres seres mitológicos sobreviven
Carismático, peludito y blanco, el Conejo de Jade (玉兔子) no es un conejito común. Tiene su hogar en la Luna y es una leyenda oriental mística y encantadora. Cuando el conejo no está ocupado haciendo elíxires de la inmortalidad, le hace compañía a la hermosa diosa Chang’E en el Palacio de la Luna.
En esta año se recuerda con especial énfasis, por reinar en el zodiaco desde el 22 de enero hasta el 9 de febrero de 2024; cuando Chang´E bebió el elíxir inmortal estaba cogida al conejo y ambos alzaron vuelo a la Luna, desde entonces residen allí.
Y en el satélite natural, cabe recordar también está el leñador Wu Gang o Kang (吴康 ), quien era discípulo de los dioses pero a los que ofendió en su intento de lograr la inmortalidad. Como castigo, le condenaron a cortar un enorme árbol de casia que estaba delante del Palacio Guanghan, donde vive Chang´E. El castigo se levantaría solo cuando lograra cortar el árbol. Pero desgraciadamente, cada vez que corta un pedazo del árbol, este vuelve a crecer.
Cabe aclarar que Chang’E o Chang’O (嫦娥) originalmente conocida como Heng’E, a diferencia de otras deidades que personifican a la Luna, solamente vive en la Luna. Sus leyendas incluyen por lo general a: Houyi el arquero, un emperador, un elixir de la vida, y por supuesto la Luna.
En la actualidad, se denomina Chang’E al programa chino de Exploración Lunar. Heng’E fue cambiado a Chang’E a debido a un tabú sobre los nombres en la cultura tradicional a causa de un nombre del emperador Wen de los Han.