Capitán de Navío Aurelio García y García, gestor del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación con la China Imperial
(N. de R.). El 26 de junio se cumplió el sesquicentenario de la firma del “Tratado de Amistad, Comercio y Navegación”, el primer documento oficial suscrito en 1874 entre la República del Perú y la entonces China Imperial (dinastía Qing/Ching), iniciándose una relación que en el transcurso del tiempo se ha transformado fluida entre los dos países de ambas riberas dl Océano Pacífico.
Evocando esa fase primera, recogemos la crónica escrita por el historiador, catedrático y periodista doctor Héctor López Martínez, basada en documentos inéditos (incluyendo fotografías) que les fueron proporcionados por el doctor Enrique García Sayán, nieto del ministro plenipotenciario (embajador) Aurelio García y García.
Cabe referir que, en esos tiempos, había la expresión popular “viaje a la China”, aludiendo a cualquier gestión –interna o externa- que por alguna causa no llegara a concretarse. Tal dicho no tuvo validez para García y García, quien al frente de la delegación nacional ante los representantes chinos, tras paciente y larga misión, cumpliera con éxito la suscripción del primer tratado de una nación latinoamericana con el Celeste Imperio.
Emperatriz Tzu Hsi, segunda esposa del emperador Hieu Tong
LOS INMIGRANTES CHINOS
A mediados del siglo pasado -y con más fuerza luego de la manumisión de los esclavos negros en 1854- el agro peruano de la costa experimentó una gran falta de mano de obra. Esto dio lugar a que se propiciara la inmigración china dedicándose la gran mayoría de asiáticos que llegaron a nuestros puertos al cultivo de la caña de azúcar y algodón, aunque un número muy importante de ellos, estimado en cinco mil hombres dedicándose a trabajar en la construcción de ferrocarriles y extracción del guano de las islas, durante la administración del presidente Balta y en años posteriores.
El tratamiento que algunos hacendados dieron a los peones amarillos -dice Jorge Basadre- mereció elogios. Tal fue el caso, entre otros, de Pedro Denegri, dueño de la hacienda Chocabento, y de Enrique Swayne, propietario de cuatro fundos en Cañete y de otro en Cerro Azul. Abundaron, al mismo tiempo, maltratos y abusos. Revueltas de chinos comenzaron a estallar en septiembre de 1870 en la zona de Pativilca. A esto tendríamos que añadir el ya mencionado incidente de la nave María Luz en Yokohama (Japón) que tornaba el clima internacional aún más tenso y adverso para cualquier contacto oficial con el gobierno chino.
Estando todavía en el Japón Aurelio García y García supo ‘’que existía una fuerte prevención y resistencia contra el Perú en la corte de Pekin”. Empero, el Plenipotenciario peruano no se amilanó y al frente de su embajada se embarcó en Nagasaki el 10 de setiembre de 1878 con rumbo a Shanghái. El viaje fue muy accidentado y estuvieron a punto de naufragar. Por suerte el 7 de octubre ya estaban en territorio chino donde les recibió la hostilidad de la prensa que agitaba las pasiones con el tema de los coolíes sometidos, según ellos, a una ‘’verdadera esclavitud’’.
Trabajando los campos de caña de azúcar
PRIMERAS NEGOCIACIONES
Tomando aún más negativo el panorama, García y García pudo comprobar muy pronto que los representantes diplomáticos en China de los Estados Unidos, Francia e Inglaterra -a quienes se había dirigido previamente en busca de contactos e información- no ponían el menor interés en ayudarle y, por el contrario, parecían dispuestos a desanimarlo en su intento de entablar relaciones formales a nombre del Perú con el imperio.
Sin embargo, la firmeza y decisión del Plenipotenciario peruano terminaron por imponerse de tal suerte que el 11 de octubre de 1873 comunicaba al Presidente Pardo ‘’que sería recibido en Tientsin (puerto de Pekín) con la cordialidad y cortesía que corresponde a mi elevado carácter oficial”.
En Tientsin residía el virrey y secretario de Estado Li Hung Chang, Jefe Superior de las Provincias del Norte y uno de los hombres más poderosos del imperio. Este ordenó -de acuerdo con el protocolo- que García y García fuera transportado hasta su palacio en una especie de anda o sillón tapizado de verde, signo de la más alta jerarquía oficial transportado por ocho robustos cargadores. Tal como recuerda el propio diplomático y marino ‘’un heraldo anunció a gritos mi llegada a la puerta exterior del, edificio, donde penetré siguiendo la calle que formaba dos hileras de soldados. Estos en número de ciento o más, se prolongaban hasta las tres puertas interiores. Al aproximarse a este sitio se repitió el anuncio y simultáneamente se abrió la gran puerta central, por la que sólo el Virrey u otro magistrado de su jerarquía pueden pasar. Avance luego hacia el centro de un pasaje, hizo alto mi anda y descendí de ella a confundirse nuevamente con el resto de los mortales…”
El encuentro con el Virrey fue una mezcla de cortesías protocolares y primeros sondeos en busca de coincidencias que, lamentablemente, no se lograron. Li Hung Chang enumeró una serie de agravios remarcando “que era tan grande la inhumanidad con los chinos que, sobre diez que importaban al Perú, nueve morían extenuados de fatiga por el exceso de trabajo y escaso alimento o mal trato que recibían de sus patrones a quienes jamás castigaban”. El Virrey exigía· también, entre otras cosas más, el inmediato retorno a su tierra de todos los chinos afincados en el Perú.
Nuestro Plenipotenciario replicó que los emigrantes chinos no habían sido arrancados de su suelo, sino que obligados por la miseria habían buscado otros medios más fáciles de subsistencias en países que necesitaban de sus brazos celebrando, con absoluta libertad, contratos de transporte y trabajo por un tiempo limitado; que, si habían ocurrido abusos y vejámenes, tiempo era de ponerles coto y que, para eso, precisamente, había viajado a China.
Días más tarde el Virrey devolvió la visita presidiendo una fastuosa comitiva, y la nueva platica se desenvolvió, dentro de un clima más cordial. Li Hung Chang estuvo especialmente fino con García y García al preguntarle “cuál era una feliz y gloriosa edad’’. Igualmente, amistoso se mostró con el adjunto Gerardo Garland, a quien dijo ‘’que su tipo era chino’’. Sin embargo, los trabajos en torno al tratado no avanzaban. Continuamente se caía en puntos muertos, mientras los meses transcurrían implacables sin lograr los frutos deseados.
Li Hung Chang, Virrey y Secretario de Estado, Jefe Superior de las Provincias del Norte (Foto Wikipedia)
EL PRINCIPE KUNG
Fue entonces, a fines de 1873, cuando Aurelio García y García decidió marchar a Pekín. Precisamente el último día del año logró entrevistarse con el Príncipe Regente Kung. El propio plenipotenciario relatará de esta forma el encuentro: “Después de atravesarse durante media hora, en la silla cargada en hombros, el lado oriental de la ciudad, llegamos a las puertas de Tsung-li-Yamen (Ministerio de Asuntos Exteriores) … donde fui recibido por Chin-Lin, Chung-How y Shin-Kwee Fun, los tres ministros de Estado. Pasando algunos corredores se llega a un patio pequeño a cuyo centro me aguardaba de pie el príncipe; tomándome éste de la mano me condujo a la sala más próxima y en la que hallaba servida una mesa de frutas, dulces, té, etc. Señalándome el asiento de la izquierda que es el de honor, y ocupamos con los demás ministros y el intérprete las sillas colocadas en torno. Las reglas de la hospitalidad china exigen que el huésped sea servido por su anfitrión y, en verdad, que el Príncipe las cumplió a cabalidad”.
Todo indica que entre ambos hombres nació una mutua simpatía. Kung también devolvió la visita -hecho sin precedentes- que hizo llenar de esperanzas a García y García. Por último, se consiguió que el 30 de abril de 1874 se reanudaran en Tientsin las negociaciones encaminadas a obtener un tratado. El virrey Li Hung Chang fue designado Plenipotenciario del Imperio y las sesiones de trabajo llenaron días y luego semanas sin que lograran ponerse de acuerdo.
EL TRATADO
Larguísima sería -dice García y García- la enumeración de las pretensiones que sucesivamente ha exhibido Li Hung Chang. Basta saber que, en primer lugar, se negaba a mostrar sus plenos poderes, alegando en su apoyo la alta posición oficial que ocupaba y el valor de su palabra. Quería luego que el tratado no fuese ratificado; que se creasen en el Perú tribunales mixtos para juzgar a los chinos, esto es, la mitad de los jueces -peruanos y la otra mitad chinos; que a defecto de tal arreglo se sometieran en última apelación al Cónsul o comisionado chino las causas en que estuvieran involucrados súbditos imperiales, siempre que éstos no quedaran satisfechos de los fallos de los tribunales peruanos y, por último, que regresaran a China, por cuenta del Perú, todos los coolíes habiendo sido engañados para dejar su terruño desearan volver.
El Plenipotenciario peruano, fatigado por la inutilidad de sus esfuerzos en pos de un acuerdo justo, abrumado por la desigualdad pugna de ocho meses, le contestó que ya no podía hacer más para satisfacer sus desorbitadas demandas, y que la responsabilidad de la suerte de los miles de chinos que había en el Perú sería exclusivamente suya. Le indicó, al mismo tiempo, que es el plazo de cuatro días abandonaría China junto con su delegación.
Es evidente que la firmeza de García y García dio óptimos resultados ya que poco después, el 26 de junio de 1874, en Tientsin, se firmaba el “Tratado de Amistad, Comercio y Navegación” entre la China y el Perú. Allí se estipulaba la protección mutua de los ciudadanos y súbditos de ambos países y el intercambio de agentes diplomáticos y consulares con las inmunidades correspondientes. Pero sin duda lo más importante era que se consagraba el principio de la libertad de viajar que permitía, lógicamente, la libre inmigración.
Desde Shanghái, el 7 de julio de 1873, el Jefe de la misión peruana volvía a comunicar al presidente Pardo: ‘’El Tratado permanente que firmé el 26 del pasado nos da en China los mismos derechos y prerrogativas que otras naciones han obtenido sólo después de crueles sacrificios de hombres y gastos considerables. El Perú, pues, a quien la más alta personalidad china, hace sólo 9 meses no quería oír, ocupará en adelante el rol más ventajoso que a todo extraño poder conceder el Imperio”.
Pardo, justificadamente satisfecho por el auténtico triunfo, le contestó desde Lima el 14 de setiembre: ‘’Felicito a Ud. calurosamente por el completo éxito de sus trabajos en China. No tengo más palabras de elogio y de agradecimiento nacional, para usted. Ha hecho Ud. un gran servicio al país y ha desempeñado Ud., con un éxito que no era posible esperar una de las comisiones más difíciles que se puedan confiar a un hombre”.
Bien es cierto que la circunstancia de que los portugueses cerraran Macao como punto de partida a la inmigración china hacia el Perú y los decretos dados por el gobierno de Manuel Pardo en beneficio de los trabajadores asiáticos que llegaran a nuestras costas allanaron en algo el camino para la firma del tratado. Pero nada de esto hubiera servido de no mediar la figura señera de Aurelio García y García -auténtico Plenipotenciario sin medios para consultar con nadie debido a la distancia y a las escasas comunicaciones de la época -quien hizo gala de talento, paciencia, sagacidad y firmeza. Gracias al éxito total de su misión quedaron sentadas las bases de un contacto fecundo entre los pueblos de cultura milenaria y profunda fe en el porvenir.
Presidente Manuel Pardo y Lavalle, gobernó el Perú en el período constitucional de 1872 a 1876 (Foto Wikipedia)
Facsímil del “Tratado de Amistad, Comercio y Navegación” entre la China y el Perú.
一个半世纪前,秘鲁与清政府结成了友谊和航海条约。
6月26日,秘鲁共和国政府和清朝政府签署了《中秘通商条约》一百五十周年。本篇文章由利马天主教大学历史学教授何塞•洛佩斯•马丁内斯博士编写。何塞•洛佩斯博士利用了一些未发表的文件,这些文件是由亚雷利奥•加西亚•加西亚舰长的孙子恩里克•加西亚•萨扬博士慷慨提供的,亚雷利奥•加西亚•加西亚是签署了与中国一百五十年前条约的全权代表。本文中所附的照片也由恩里克•加西亚•萨扬博士提供。
利马的老百姓常用“去中国”这个词来指代一切由于各种原因而未能实现的任务。然而,这个说法对亚雷利奥•加西亚•加西亚舰长却不适用,他率领着一支秘鲁使节团,成功地完成了对中国的使命,并于一个半世纪前与当时被称为天朝的中国签署了第一份条约。
华工移民
在上个世纪中叶,特别是在1854年废除黑奴制后,秘鲁沿海的农业领域面临严重的劳动力短缺。这促成华工移民的开始。大多数华工来到我们的港口从事甘蔗和棉花的种植,另外,估计有五千名华工从事铁路建设和岛上鸟粪的采集工作。这发生在巴尔塔总统的任期及之后的几年里。
乔治·巴萨德说 ,一些农场主对待黄种人 的方式值得赞扬。其中之一是乔卡本托庄园的所有者佩德罗·德内格里,另一位是在卡涅特地区拥有四个庄园和在塞罗阿苏尔有一个庄园的恩里克·斯韦恩。但与此同时,虐待和滥用也很常见。中国工人的暴动始于1870年9月在帕蒂维尔卡地区爆发。此外,还有已经提到的玛耶西号事件,使国际气氛更加紧张,使得对与中国政府的任何官方接触更加不利。
当时奥雷利奥·加西亚·加西亚还在日本,他得知了“北京朝廷对秘鲁存在强烈的防范和抵制”。然而,秘鲁全权代表并没有退缩,在1878年9月10日,他率领使团从长崎启程前往上海。这次旅行非常艰辛,几乎濒临沉没。幸运的是,10月7日他们已经抵达中国领土,在那里他们受到了媒体的敌意,这些媒体称秘鲁把中国人“被视为真正奴隶”。
首次谈判
加西亚·加西亚很快发现,美国、法国和英国在中国的外交代表对他之前寻求接触和信息的尝试并不感兴趣,相反,他们似乎准备打击他,阻止他代表秘鲁与清朝建立正式关系。然而,秘鲁全权代表的坚定和决心最终使他成功,以至于他在1873年10月11日向帕尔多总统通报“我将在天津受到应有的热情和礼遇,以符合我的高贵官方身份”。
天津是总督和国务卿李鸿章的居所,他是当时的最高长官之一,也是清朝中最有权势的人物之一。根据礼仪,他命令加西亚·加西亚乘坐一种绿色垫子的特殊轿子或座椅被八名强壮的抬轿工运送到他的宫殿。正如外交官和水手自己回忆的那样, “一名传令官在我抵达建筑物外门时高声宣布了我的到来,我跟随着两排士兵排列的街道进入了里面。这些士兵多达一百多人,一直延伸到三个内门。当接近这个地方时,宣布又重复了一遍,同时大门中央的大门打开了,只有总督或其他同等级别的官员才能通过。然后我沿着一条通道向中心进发,我的轿子停在那里,我从中下来,再次融入了 普通人的行列……”
与总督的会面混合着礼节性的礼仪和对共识的初步探索。可惜的是,他们并没有取得共识。李鸿章列举了一系列侮辱行为,强调“对中国人的不人 道待遇是如此之大,以至于在十个人中,有九个因
为过度劳累而死亡。秘鲁的雇主让华工过度劳动、提供的食物不足或虐待华人,而这些雇主从不受到惩罚。”总督还要求,除其他事项外,立即将在秘鲁的所有中国人送回国。
我们的全权代表回应说,华工并没有被强制带离中国,而是因为贫困被迫寻求了其他更容易生存的方式,在需要他们的国家与他们自由地签订了有限期的交通和工作合同;如果发生了虐待和侮辱,现在是控制它们的时候了,而他恰好是为此而前往中国的。
几天后,总督带着一支豪华的随从团返回拜访,新的谈话在更为友好的氛围中进行。李鸿章特别关心加西亚·加西亚,询问他“在秘鲁什么年龄是幸福和光荣的”。同样,他对副使格拉兰德也很友好,对他说“你的样子很中国”。然而,围绕条约的工作并没有取得进展。一再陷入僵局,而月份无情地流逝,没有实现期望的成果。
公元1873年底,奥雷利奥·加西亚·加西亚决定前往北京。恰逢当年的最后一天,他成功与恭亲王会面。全权代表本人如此描述这次会面:“在被四肩扛着的椅子上穿过了城市东部半小时后,我们抵 达了总理衙门的大门……那里三位大臣接待了我。 经过一些走廊,到达了一个小庭院,中间站着恭亲王;他握着我的手,带我走进了最近的一间房间,桌子上摆放着水果、糖果、茶水等。他指给我左边的座位,这是尊贵的座位,我和其他国务大臣以及翻译坐在周围的椅子上。中国的好客规则要求客人由主人接待,事实上,恭亲王完全做到了。”
一切迹象表明,两人之间产生了相互的好感。恭亲王也还了访问,这一前所未有的事实使加西亚·加西亚充满了希望。最后,于1874年4月30日,他们设法在天津恢复了旨在达成条约的谈判。李鸿章总督被任命为帝国的全权代表,工作会议持续了几天,然后是几个星期,但仍未能达成一致。
条约
加西亚·加西亚说:“李鸿章先生连续不断地提出了一系列要求。” 可以知道,首先,他拒绝展示他的全权代表,称他担任的高级职务和他的承诺的价值为支持。然后,他希望条约不被批准;他要求在秘鲁设立混合法庭来审判中国人,也就是说,一半由秘鲁法官和一半由中国法官组成;如果缺乏这种安排,那么在秘鲁法院的判决不能满足帝国公民的情况下,最后一次上诉将提交给中国领事或专员,最后,所有受骗而离开祖国的华工将由秘鲁负责返还。”
秘鲁全权代表已经因为他的努力在追求公平协议上的无用功而感到疲惫,因为他与八个月的不平等斗争,他回答说他已经无法再做更多来满足他过分的要求,并且数千名居住在秘鲁的华工的命运将完全由他来承担。他同时指出,他将在四天内离开中国与他的代表团一起返回。
很显然,加西亚·加西亚的坚定不移取得了最佳结果,因为不久之后,1874年6月26日,在天津,中国与秘鲁签署了《友好、贸易和航海条约》 。条约规定了相互保护各自国家和公民的权利,并交换了具有相应豁免权的外交和领事代表。但毫无疑问,最重要的是确立了旅行自由的原则,这自然地允许自由移民。
自1873年7月7日从上海回国后,秘鲁使团团长向帕尔多总统通报:“我于去年26日签署的永久条约使我们在中国获得了其他国家只有通过巨大的人力牺牲和巨额花费才获得的同等权利和特权。因此,秘鲁,仅仅九个月前还是中国最高人物不愿意听取的对象,现在将在未来发挥最有利的作用,以赋予任何外国权力的最有利角色。”
帕尔多对真正的胜利感到满意,于1874年9月14日从利马回信说:“我热烈祝贺您在中国取得了完全成功的工作。我没有更多的赞扬和国家感谢的话可以对您说。您为国家做出了巨大的贡献,成功地完成了。