Educación con Paz y Bien
Misa de Acción de Gracias celebrada por Monseñor AdrianoTomasi
Con una Santa Misa de Acción de Gracias, celebrada por monseñor (a) Adriano Tomasi, Ofm, se celebró el quincuagésimo octavo aniversario del Colegio Católico Peruano Chino Juan XXIII, oficiada en la Iglesia de la Vicaría Episcopal de la Comunidad China San Francisco de Asís, en una ceremonia virtual obligada por el confinamiento social para evitar la propagación del coronavirus.
Durante el rito, se evocó al fundador monseñor Horacio Ferruccio Ceol, que arribó a Perú desde Trento (Italia), tras cumplir su tarea evangelizadora (además de sufrir prisión), ordenada por el Papa Pío XII, en el arzobispado de Kichow, en la provincia china de Hubei, y cumplir con el mandato del Papa Juan XXIII como vicario de la comunidad china residente en el país.
El obispo emérito Ferruccio consideró que para desempeñar mejor la misión encomendada era indispensable centrar el esfuerzo en crear un centro educativo, razón por la cual hizo un periplo por varios países, encontrando el respaldo con la congregación de las Hermanas de la Caridad de Cincinnati y del propio Papa Bueno, además del económico, la colaboración de la entonces naciente Asociación Tusan y familias de la comunidad china.
Con la Pontificia Universidad Católica del Perú llegó a un positivo acuerdo y logró un terreno en el distrito de San Miguel para estructurar y proyectar el plantel, tras un tiempo de funcionar en viviendas en San Isidro (calles Choquehuanca y Santa Luisa) con educación inicial.
Año a año, el Colegio Católico Peruano Chino Juan XXIII fue creciendo en infraestructura, a la par de académica y espiritual, prestando asistencia a otros planteles y ejecutando intensa labor social, como lo demuestran, por citar, la Casa de Retiro Villa Asís y el Instituto Tecnológico de Huaycán.
Vale decir, la frase del Papa Juan Roncalli –evocada por monseñor Tomasi- “Regresa (Ferruccio) al Perú, trabaja en el nombre de Dios y en el mío, y todo será un suceso”, se convirtió en una realidad en estos primeros 58 años de vivencia, teniendo siempre enmarcado el lema “Paz y Bien”.
Primeros aluunmos posan en el frontis del segundo local ubicado en la calle Santa Luisa en San Isidro, al fondo el monseñor Ferruccio