Actividades con artistas japoneses
La Asociación Peruano Japonesa (APJ) y la embajada del Japón presentaron la Semana Cultural del Japón, que en su 48ª edición se realizó a través de plataformas virtuales, en la primera quincena de noviembre y con acceso gratuito a todas las actividades programadas. Durante 12 días, el programa incluyó conferencias, proyecciones de cine, demostración de la ceremonia del té, conciertos, espectáculo de danza, narración de cuentos y talleres, que nos brindaron un amplio panorama de las diversas expresiones de la cultura japonesa.
En el acto inaugural se presentó la agrupación musical folclórica japonesa “Abeya”, que interpreta el Tsugaru Shamisen, instrumento de tres cuerdas al que imprimen un estilo innovador y sonido enérgico.
Fundado por los hermanos Kinzaburo y Ginzaburo Abe, campeones del concurso nacional de Tsugaru Shamisen en Japón, “Abeya” introduce en sus presentaciones bailes y otros instrumentos como el Shakuhachi (instrumento de viento) y el Taiko (tambor), con el objetivo de involucrar a los espectadores en una entretenida dinámica que va de la risa a la emoción.
También desde el imperio del Sol Naciente se contó con un espectáculo de danzas japonesas, a cargo de la afamada compañía Kikunokai, que visitó Lima en el 2017 y cuyo repertorio traslada por los bailes tradicionales de las diversas regiones del Japón.
Con la proyección de la clásica cinta de Akira Kurosawa “Rashomon” y una conferencia sobre la cineasta Naomi Kawase, hubo un acercamiento con la filmografía como expresión cultural. Asimismo, temas de arquitectura, gastronomía, sociedad (la figura de las Onna bugeisha o mujeres guerreras; el erotismo japonés), además de actividades emblemáticas de la Semana Cultural del Japón, como la ceremonia del té.
Las criaturas quedaron encantados con el Teatro de Sombras: la Leyenda del Conejo en la Luna, en el festival infantil ¡Asobimasho! (¡Juguemos!), que conjugó música y teatro de sombras; asimismo, seis cuentos de la tradicional oral japonesa, entre ellos ‘Los sombreros de los hombrecitos de paja’ y el ‘Oni rojo que lloró’, narrados por Cecilia Shimabuku (del canal de Facebook “¿Qué hay de nuevo oba”) y por Heiyi Taira (del canal de YouTube “HeyHeyHeiyi”).
Además, hubo talleres demostrativos de Ikebana, a cargo de la profesora Teresa Wakabayashi (Escuela Sogetsu Ryu), sobre el arte de los arreglos florales o ikebana; la disertación “El amor entre la mística y los roces: Comparaciones entre el erotismo místico occidental y el erotismo japonés de la levedad”, con Jeancarlos Guzmán, cofundador y miembro del Círculo de Estudios Japoneses Tenjin; y charlas de gastronomía japonesa, con el itamae Muneaki Fukasawa, chef y propietario del restaurante Fuji, quien enseñó a preparar dos platos de la cocina japonesa: Gomoku Sushi y Ushio Jiru.
Un tema que concentró atención fue la conferencia. “Onna Bugeisha: La mujer guerrera como heroína” con la doctora en Literatura Hiroko Izumi Shimono, de la Universidad de Gakushuin, enfocándose en las vivencias de esas combatientes, sus motivaciones para la lucha y su impacto sobre la cultura y la sociedad desde su tiempo hasta la posteridad.
El elenco de la prestigiosa compañía Kikunokai de Japón entregó un repertorio de danzas tradicionales de las diversas regiones y provincias del Japón, así como creaciones y adaptaciones propias; esta compañía ha presentado espectáculos en Europa, Asia, África, el Medio Oriente y Oceanía, en 2017 visitaron el Perú.
El Fondo Editorial de la APJ ofreció además promociones en sus publicaciones, especialmente las de temática japonesa.
El broche de oro, lo puso el tradicional Matsuri en la AELU, con asistencia presencial restringida por el tema de la pandemia.