Rumbo a las estrellas
La presidenta Tsai Ing-wen posa con el nuevo avión de entrenamiento Brave Eagle y el personal que ayudó en su desarrollo
La presidenta Tsai Ing-wen fue testigo del vuelo inaugural del nuevo avión de entrenamiento de la Fuerza Aérea de Taiwán, llamado Brave Eagle (Águila Valiente), realizado en la Base Aérea Ching Chuang Kang en Taichung.
En su discurso durante la ceremonia de presentación, la mandataria hizo hincapié en que el lanzamiento de este avión avanzado para entrenamiento desarrollado localmente es un símbolo del avance de la industria aeroespacial. Asimismo, el primer vuelo oficial es una validación de la política del gobierno de fortalecer la defensa local, aseveró Tsai.
Asimismo, afirmó que el programa para desarrollar internamente equipo militar ha creado más de dos mil empleos y ha cultivado personal cualificado para la industria aeroespacial de Taiwán.
“Este vuelo inaugural ha vuelto a crear historia, 31 años después del vuelo inaugural del caza interceptor indígena (IDF, siglas en inglés) Ching-kuo”, declaró cuando Brave Eagle completó su prueba de 12 minutos, acompañado por un IDF Ching-kuo, el primer avión de combate construido por Taiwán.
El desarrollo del Brave Eagle también significa el crecimiento de la industria aeroespacial de Taiwán y el compromiso del gobierno por brindar una capacitación más segura para los hombres y mujeres de la Fuerza Aérea, afirmó Tsai. Según el vicecomandante retirado de la Fuerza Aérea, el teniente general Chang Yen-ting, el Brave Eagle es capaz de proporcionar apoyo aéreo contra objetivos hostiles en mar y en tierra, ya que puede transportar misiles y bombas.
Su Tzu-yun, investigador del Instituto de Investigación de Defensa y Seguridad Nacional, señaló que el Brave Eagle es uno de los aviones de entrenamiento de quinta generación más avanzados del mundo.
El Brave Eagle fue construido por la Corporación para el Desarrollo de la Industria Aeroespacial, propiedad del gobierno, en el transcurso de tres años, a un costo de 66.800 millones de dólares taiwaneses (2.230 millones de dólares estadounidenses), y se espera que comience a ser producido en masa en marzo de 2022.