BORDADO CANTONÉS

Famoso punto de la dinastía Tang

Foto: Xinhua

El bordado cantonés es uno de los cuatro más famosos en China, y se remonta a la dinastía Tang (618-907), es decir una historia de poco más de un milenio. Con más de 30 tipos de puntadas, el bordado de Guangzhou es bien conocido por su composición complicada, imagen vívida, colores y brillos ricos y estilos variados. En 2006, fue catalogado como uno de los patrimonios culturales inmateriales a nivel nacional en China.
Wang Xinyuan, un heredero representativo del bordado, lleva más de 20 años en contacto con este tipo de labor de relieve. No solo ha heredado la tradición, sino que también busca la innovación. Wang nació en 1982 en el seno de una familia de sastres en el distrito de Wuning, en la provincia oriental china de Jiangxi. Debido a la influencia de sus padres, ya podía zurcir su propia ropa a los diez años.
Comenzó a conocer el bordado a manos de su tía cuando tenía trece años, y estudió sistemáticamente el bordado de Guangzhou en un instituto de Foshan, provincia de Guangdong en 2001. Tres años dedicados al trabajo y estudio lo hicieron enamorarse del arte. “No es sólo que elija el bordado de Guangzhou, sino que el bordado también me ha elegido a mí”, dijo Wang.
A lo largo del tiempo, Wang ha tratado de trazar su propio camino en la herencia del oficio, creando obras de arte con estilos distintivos. En sus bordados, ha adoptado métodos que generalmente se utilizan en fotografía, pinturas al óleo y pinturas tradicionales chinas. Además de temas típicos como flores y pájaros, algodón de seda y lichi, Wang también ha creado bordados en objetos de bronce, pinturas famosas y retratos.
Sus esfuerzos y exploración son sido ampliamente reconocidos y sus obras de arte han ganado medallas de oro una y otra vez en competiciones nacionales. Con el fin de integrar la artesanía en la vida cotidiana de las personas, Wang también ha establecido un equipo para desarrollar productos culturales creativos basados en el bordado de Guangzhou, como lámparas de escritorio, máscaras faciales, bufandas, corbatas, abanicos y almohadas, haciendo que la artesanía sea asequible para la gente común.