Cumpliendo el Urabon
Varias decenas de familias de las APJ de Lima y provincias se reencontraron con los anfitriones de la APJ-Cañete para compartir la tradición de Obon en el Templo Jionji de esa lar sureño, honrando el legado de los pioneros de la inmigración japonesa en los cementerios de Casablanca y San Vicente, sumándose a las conmemoraciones por el 120 aniversario de la presencia de la comunidad budista Sotoshu en América del Sur.
El cónsul Yasuyuki Takahashi y las delegaciones visitantes, pusieron de relieve su profundo respeto por aquellos primeros inmigrantes que, a pesar de las penurias y esfuerzos dejaron un gran legado con su fe y esperanza a las nuevas generaciones; luego se realizaron las típicas ofrendas, se prendió incienso y se oró ante los ihai (tablillas donde figuran los nombres de los fallecidos). La historia y el recuerdo siguen con vida.