CELEBRANDO EL AÑO DEL BUEY DE METAL

Y cerrando con el Festival de las Faroles


Alrededor de un tercio de la población mundial, residente en Asia, y sus descendientes que transitan por diversos rincones del mundo, celebraron el arribo del Año Nuevo Lunar, simbolizado por el Buey (Búfalo) de Metal, bovino que según la cultura tradicional china, simboliza al humano trabajador y paciente; el elemento metálico representa cualquier cosa brillante, ejemplo el oro, y el calendario concluirá el próximo 31 de enero del 2022.
De acuerdo a los anales, el calendario chino arrancó en el año 3760 antes de Cristo cuando, según la tradición, se creó el mundo terrenal, con meses lunares, que duran 29 días y medio. Por ello, se intercala periódicamente un décimo tercer mes de 30 días, que se añade cada dos o tres años (siete veces cada 19 años; el próximo será en el 2024).
Este 2021 empieza, ergo, el año 4719 según ese calendario lunar. En China se usa habitualmente el calendario gregoriano (el mismo utilizado en occidente), que se adoptó en 1912 con la declaratoria de la primera república en Asia.
Pero el tradicional sigue marcando celebraciones y fiestas propias, especialmente la mayor que es el Festival de la Primavera, gran tradición para los millones de familias chinas, y tales como las festividades de las Farolas, de los Bote-Dragón o de la Luna Llena del Medio Otoño, o conmemoraciones como el festival de los Difuntos.
Esta vez, los rituales fueron distintos, las actividades como la clásica reunión familiar se han suprimido o minimizado por las restricciones sanitarias; y, aprovechando, la tecnología se reemplazó los encuentros presenciales con virtuales.
En esa limitación, en la embajada china en Lima(como en otros países) se suspendió todo acto festivo; empero, eso no fue óbice para que la presidencia del Consejo de Ministros (PCM) expresara llegar su cordial saludo; Violeta Bermúdez envió felicitación al gobierno y al pueblo chino, deseando salud y prosperidad por el inicio del Año Nuevo, agregando la importancia de fortalecer los lazos de cooperación bilaterales, como la remisión del primer millón de vacunas del laboratorio Sinopharm en la lucha contra la pandemia, a la par acotó que en noviembre próximo se cumplen 50 años de relaciones diplomáticas.
El presidente Xi Jinping y altos funcionarios celebrando el arribo del nuevo calendario festivo

Mensaje presidencial
Desde el Gran Palacio del Pueblo, en Beijing, el presidente Xi Jinping extendió su saludo a todos los chinos, incluidos los de Hong Kong, Macao, Taiwán y de ultramar, destacando la meta centenaria del PCCh de culminar la construcción de una sociedad modestamente acomodada, lo cual reviste una hazaña histórica, a la par de asegurar la paz y el desarrollo conjunto de la humanidad.
Compartiendo la recepción con líderes, como Li Keqiang, Wang Yang, Wang Huning, Zhao Leji, Han Zheng y Wang Qishan, el premier Li hizo un resumen de los principales logros de la nación en 2020, entre ellos haber sido uno de los primeros países en controlar la epidemia de Covid-19, haber ejercido el liderazgo entre las principales economías en la recuperación del crecimiento económico, haber registrado avances históricos en la construcción de una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos y haber cumplido a tiempo las tareas de erradicación de la pobreza.
China también logró el éxito en una serie de proyectos clave de innovación en ciencia y tecnología, un progreso sólido en impulsar la iniciativa de la Franja y la Ruta y la conclusión exitosa de la implementación del XIII Plan Quinquenal, así como un creciente apoyo global para la construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad, afirmó Xi, subrayando que los hechos han demostrado una vez más que el sistema de socialismo con peculiaridades chinas cuenta con una vitalidad y una creatividad incomparables.
Cábalas
En el zodiaco, el signo del Buey goza de gran estima por su fuerza, disciplina, nobleza y capacidad de trabajo duro, claves para lograr la anhelada prosperidad. Muchos comparan su resistencia con la de la economía china, y no faltan augurios de que el país seguirá apuntalando este nuevo ciclo su posición como potencia económica mundial.
Atrás queda un año complicado. Hace doce meses, el gigante asiático estaba inmerso en su mayor crisis de las últimas décadas, con la ciudad de Wuhan cerrada a cal y canto y el resto del país cuasi paralizado, con el fin de contener la propagación del coronavirus. Pese a que el patógeno disminuyó el primer trimestre a un 6,8% el PBI chino el sacrificio tuvo recompensa, y con el control del virus llegaron los resultados positivos: crecimiento de un 3,2% en el segundo trimestre, un 4,9% en el tercero y un 6,5% en el cuarto.
Haciendo un balance global, China acabó el 2020 con una expansión total del PBI del 2,3%. Es la cifra más baja desde la contracción registrada tras el fin de la revolución cultural (año 1976), pero le permitió cerrar el ejercicio como la única gran economía mundial en expandirse durante la pandemia. “La economía nacional se recuperó de manera sostenida, el empleo y el nivel de vida se consolidaron firmemente y los principales objetivos y tareas del desarrollo económico y social se lograron mejor de lo esperado”, señaló el director de la Oficina Nacional de Estadísticas, Ning Jizhe.
Varias razones explican este renacer exitoso. La primera y más obvia, la capacidad de controlar la pandemia hasta casi erradicarla dentro de sus fronteras. También le sirvió la receta de otras ocasiones. Aprobó grandes inversiones públicas –infraestructura, logística– y concedió créditos y subsidios a las empresas. De esta forma, pudo proteger el empleo y evitar la temida inestabilidad social, una de las prioridades históricas de la cúpula socialista, y acabó el año con una tasa de paro urbano del 5,2%, la misma que tenía hace justo un año.
Otro de sus grandes puntales fue el repunte de su producción industrial y sus exportaciones (crecieron sobre un 2% con respecto a 2019). Con el mundo semi paralizado, China estuvo rápida a la hora de cubrir la demanda de productos sanitarios o electrónicos para teletrabajar, de los que acabó el año vendiendo bienes por valor de 62 mil millones de dólares y 360 mil millones respectivamente. “Cuando la industria manufacturera mundial se estancó, la China remontaba, lo que le permitió cubrir los pedidos mundiales y lograr esos buenos resultados finales”, resumió Hu Qimu, del China Digital Economy Institute.
Al igual que en el 2019, sus principales socios comerciales fueron los diez integrantes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), con los que los intercambios crecieron un 7%. Además, tras ocho años de negociaciones, China firmó en noviembre pasado con ellos –más Japón, Australia, Corea del Sur y Nueva Zelanda– el mayor acuerdo de libre comercio del mundo (el RCEP), por el que se reducen aranceles y establecen reglas de comercio comunes entre los responsables de casi un tercio de la producción económica mundial. Leído en clave política, el pacto también supuso un gran éxito para el liderazgo chino en la región en su pugna con Estados Unidos.
Aún así, el grueso de los vaticinios apunta a un buen desempeño de la economía china para este año bovino, con un crecimiento que podría variar entre el 8-9%. Pero que se alcancen esas cifras o se anime el consumo dependerá también de factores como la capacidad china de mantener a raya la pandemia. Así lo refleja lo sucedido estos días festivos. En condiciones normales, el país debería haber registrado millones de desplazamientos y un gasto que en el 2019 superó los 160 mil millones de dólares.

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