CHANG-E IV EN LA LUNA

INVESTIGA LA CARA OCULTA

La sonda china Chang’E-4 logró aterrizar en la cara oculta de la Luna, con lo que se ha convertido en la primera nave espacial que llega a la parte del satélite desconocida y que nunca se ve desde la Tierra. La sonda, que cuenta con un módulo de aterrizaje y un vehículo explorador, hizo un aterrizaje suave en la zona preseleccionada a 177,6 grados de longitud este y 45,5 grados de latitud sur en la cara oculta de la luna a las 10:26 (hora de Beijing), anunció la Administración Espacial Nacional de China.
Con ayuda del satélite de retransmisión Queqiao, palabra en mandarín que significa “Puente de la Urraca”, la sonda envió la primera foto de cerca de la cara oculta de la luna, lo que abre un nuevo capítulo en la exploración lunar. Después de que el Centro de Control Aeroespacial de Beijing emitiese una orden a las 10:15, la sonda Chang’E-4, lanzada el 8 de diciembre de 2018, comenzó a descender desde una posición a 15 kilómetros sobre la Luna con un motor de empuje variable encendido.
La velocidad relativa de Chang’E-4 hacia la Luna disminuyó de 1,7 kilómetros por segundo a casi cero, y la posición de la sonda se ajustó entre 6 y 8 kilómetros sobre la superficie de la luna. A 100 metros de altitud, la sonda planeó para identificar obstáculos y midió las pendientes de la superficie, tras lo que seleccionó un área relativamente plana y bajó lentamente de forma vertical. La sonda aterrizó en el cráter Von Karman en la cuenca Aitken-Polo Sur.
Durante el descenso una cámara de la sonda tomó fotos del área de aterrizaje.
Los científicos chinos se muestran optimistas tras el éxito del primer alunizaje de la historia en la cara oculta de la luna, y esperan “grandes descubrimientos. “La cara oculta de la luna tiene características muy especiales y nunca ha sido explorada in situ, así que la Chang’E podría traernos grandes descubrimientos”, explicó el director del departamento de exploración lunar y del espacio sideral de la Academia China de Ciencias (CAS), Zou Yongliao.
El experto explicó que existen grandes diferencias entre ambos lados de la luna: por ejemplo, un 60 % de la cara visible está cubierta por mares de basalto, mientras que la mayor parte de la oculta lo está por zonas montañosas de anortosita -19.
Los científicos tratarán de aclarar otras cuestiones como el por qué la corteza lunar es mucho más gruesa en la cara oculta. “Las piedras de la cara oculta son más antiguas. El análisis de su composición podría ayudarnos a entender mejor la evolución de la luna”, apuntó Zou. Esta misión pionera podría ayudar a entender el pasado común de la Tierra y la Luna, como señala el investigador del departamento de Geología y Geofísica de la CAS Lin Yangting, que afirma que la luna podría proporcionar “conocimientos sobre la historia primigenia de la tierra”.
Otros objetivos son tratar de averiguar las razones por las que se produjo un enorme bombardeo de asteroides hace unos 3.900 millones de años o analizar las radiaciones cósmicas y la interacción entre el viento solar y la superficie lunar. Estos dos últimos factores son clave para una posible misión tripulada al satélite terrestre, ya que podrían ser dañinos para los humanos.
La Chang’E IV está compuesta por un módulo de alunizaje y un vehículo explorador, que ha sido bautizado Yutu-II (en la mitología china, “Yutu” significa “Conejo de Jade”, la mascota de Chang’R, una diosa que vive en la luna). En un comunicado, la Adminstración Nacional del Espacio deseó que “Yutu-II pueda llevar a cabo sus exploraciones sin miedo y tener un viaje más estable, amplio y largo”. El vehículo todo terreno cuenta con una cámara panorámica, un espectrómetro de infrarrojos y un radar, herramientas con las que tratará de obtener imágenes de la superficie lunar y detectar su estructura y composición.

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