Las coloridas linternas son protagonistas del denominado Año Nuevo Lunar Menor, que marca el fin de las celebraciones del Festival de Primavera
Por: Fanny Jem Wong
(N. de R.) El costumbrista Festival de las Farolas marca el final de las actividades del Año Nuevo Lunar. En la noche iluminada, por cientos de miles de linternas que cuelgan en viviendas, negocios, parques y calles, con mensajes alusivos a la familia y el bienestar, se disfruta de la calidez humana; en el Perú, por ejemplo, el Centro Cultural Peruano Chino, en su sede de Villa Tusan, confirmó la unidad cultural sinoperuana, que recrea la psicóloga y poetisa Fanny Jem Wong de Ramos
El Festival de las Linternas, o Fiesta de las Linternas (元宵节, Yuánxiāo Jié), es una celebración que va más allá́ de las simples tradiciones; es un reflejo de la rica herencia cultural y social de la comunidad china. Celebra la llegada de la luna llena en el primer mes del calendario lunar, simbolizando la luz, la renovación y la unidad familiar.
La festividad, que cierra las celebraciones del Año Nuevo Chino, está impregnada de significados profundos. No solo representa una culminación, sino también un nuevo comienzo lleno de esperanza y buenos deseos. La práctica de encender linternas se convierte así́ en el símbolo de la luz y la alegría compartidas de nuestra comunidad. En cada linterna, se plasma la aspiración de una vida plena y dichosa para todos, creando un sentido de pertenencia y unidad real.
Es conmovedor que, a través de esta celebración intergeneracional, se pueden forjar amistades inesperadas y memorias inolvidables, como las que viví con la pequeña Alejandra, una niña de seis años. Compartir con ella conversación, juegos en la enorme piscina, la adrenalina de corretear detrás del dragón y los leones, la magia de los fuegos artificiales iluminando el cielo y la calma de estar sentadas bajo la figura de buda, mientras nos reíamos y nos tomábamos selfis fue fantástico. El árbol de los deseos fue la culminación de nuestra aventura, un símbolo de todo lo que vivimos juntas. La emoción de ser las primeras en llegar, todo ello contribuyó a un día especialmente perfecto, un momento que atesoraré por siempre.
Es así́ como la belleza de esta festividad reside como habrán notado en su capacidad de unir a personas de diferentes edades y orígenes, fomentando la alegría y la conexión en un ambiente festivo. Las risas, las travesuras y las vivencias compartidas transforman el evento en una experiencia significativa y enriquecedora.
Para mí fue un día lleno de magia y diversión. La risa y la alegría unen aún más, creando lazos que permanecerán por siempre en nuestros corazones. Al caer la tarde, mi esposo y yo mientras contemplábamos el espectáculo de fuegos artificiales, sentíamos que estábamos rodeados de los mejores amigos que uno podría desear.
Compartimos sueños y deseos bajo el árbol, cada uno con una ilusión, una promesa para el futuro. Nos miramos, y en un instante, supimos que esos deseos se convertirían en realidad porque estábamos juntos en esta aventura de buena voluntad.
Desde la piscina, pasando por las travesuras con los ponys, la clase de caligrafía china, la ceremonia del té, los juegos, la lectura del horóscopo, los bocaditos chinos, la comida fusión, las ricas salchichas chinas, los bailes, las canciones cantonesas, las inolvidables baladas de Teresa Teng, hasta la majestuosa danza con el dragón y los leones, todo me parecía sublime, mi corazón más amarillo que nunca, latir al son de los tambores.
Esta jornada no solo fue un escape de la rutina, sino también una celebración de amistad, alegría y pertenencia. ¿Qué más podríamos pedir? Si sentí́ el abrazo de mi comunidad y con ello el recuerdo de mi padre y abuelos más vivido que nunca.
Las linternas al fin se elevaron brillando y encendiendo la noche no solo para iluminar el camino, sino también alejando las sombras y los malos espíritus. Dando paso así a la claridad y la sabiduría, principios esenciales para el progreso como individuos y como comunidad. Los fuegos artificiales al fin estallaron en el cielo y fueron el clímax de la celebración, simbolizando la alegría y el deseo de liberar a nuestra comunidad de las dificultades y los estigmas del pasado.
En esencia, el Festival de las Linternas no solo es una tradición que se celebra año tras año, sino que es un recordatorio de la importancia de los lazos familiares, los amigos y la comunidad. Nos invita a reflexionar sobre nuestras raíces, a valorar nuestra cultura y a mantener más vivo que nunca el espíritu de unión y esperanza. En esta hermosa mezcla de ser tusan, se encuentra la riqueza de una identidad que celebra el pasado mientras da la bienvenida al futuro.
千年回响:元宵节的文化盛宴
元宵节不仅仅是一项传统庆典,它更是中华文化与社会价值的生动展现。这一天,正月十五的圆月高悬夜空,象征着光明、新生与家庭团聚。这不仅是农历新年庆祝活动的收尾,更是充满希望与美好愿景的崭新开始。点亮花灯,不仅仅是照亮黑夜的仪式,更是对幸福生活的祈愿,它汇聚了社区的温暖,也加深了人与人之间的情感联系。
这一天充满了令人感动的瞬间,也为意想不到的友谊提供了契机。让我难以忘怀的是和六岁的小女孩阿莱杭德拉共度的美好时光。我们在池畔畅聊欢笑,在广阔的场地里追逐舞龙舞狮的步伐,欣赏璀璨的烟花划破夜空的美景,最后坐在佛像前,轻松地自拍合影,分享彼此的欢乐。许愿树成为我们冒险旅程的终点站,象征着我们这一天共同经历的美好时光。我们是最早到达的人,这份独特的体验使这一天变得更加完美,成为我心中永恒的珍藏。
元宵节的魅力,正如你们所见,在于它跨越了年龄与文化的界限,让来自不同背景的人们共同分享欢乐,建立深厚的联系。在这个节日里,笑声、游戏和共同的经历,使庆典不再只是一个活动,而是一次充满意义与感动的旅程。
对我来说,这一天充满了魔法般的快乐。笑声与欢聚加深了人与人之间的纽带,使这些回忆深深印刻在心中。夜幕降临,我和丈夫并肩而立,望着夜空中绽放的烟火,感受到身边环绕着最真挚的友谊,我们彼此分享梦想,在许愿树下诉说心愿,承诺未来。那一刻,我们知道,这些愿望终将成真,因为我们共同前行,在这趟充满善意的旅程中相伴相随。
这一天的经历如梦似幻——在泳池中嬉戏、和小马嬉闹、体验中国书法、品味茶道、畅玩传统游戏、解读运势、品尝地道中式小吃、享受中秘融合美食、尝试美味的中式香肠、沉浸在歌舞之中、聆听粤语经典、回味邓丽君的动人旋律,直到最后那场震撼的舞龙舞狮表演。这一刻,我的华人血脉比以往任何时候都更加鲜活,与震天的鼓声共鸣。
元宵节不仅是一次短暂的逃离日常,更是一次友情、欢乐与归属感的庆典。这一天,我感受到社区的温暖,忆起父亲与祖辈的身影,他们的故事仿佛在耳畔回响,让这份文化认同更加鲜明。
当最后一盏孔明灯冉冉升空,夜色被点亮,它们不仅照亮了前行的道路,也驱散了阴霾和过去的苦难,迎来光明与智慧——这些,正是我们作为个体和族群不断前进的动力。而烟花在夜空中绽放,象征着喜悦与对未来的期盼,它们是我们共同努力挣脱过去束缚的象征。
归根结底,元宵节不仅是一年一度的传统节日,更是提醒我们珍视家庭、友谊和社区的时刻。它让我们思考自身的根源,感受文化的珍贵,并让团结与希望的精神在新时代愈加鲜活。在这片土生(Tusán)文化交汇的土地上,我们见证了一个融合过去与未来的丰富身份认同,它不仅承载着历史的记忆,更孕育着无限的可能。