Y los chips de la TSMC
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Los semiconductores, también llamado circuitos integrados o coloquialmente ‘chips’, son uno de los inventos más complejos de la tecnología moderna. Y los más especializados se fabrican en una compañía de Taiwán, llamada TSMC. El nombre completo de la compañía es ‘The Taiwan Semiconductor Manufacturing Company’ (TSMC) y es responsable de los chips que mueven la CPU de procesamiento de las computadoras más potentes, los equipos de Amazon, Microsoft, Google o sus competidores.
Es más, los desarrollos de inteligencia artificial (IA) no serían posibles sin estos microprocesadores altamente sofisticados. Son una especie de redes neuronales, que escriben algoritmos y ponen a funcionar los sistemas de IA, incluyendo el más reciente: ChatGPT.
La revista Time Magazine describió a la empresa TSMC como la “compañía más importante del mundo y de la que quizás nadie ha escuchado o leído”. Los chips de este gigante están en todas partes y casi ningún usuario lo sabe. Están en el iPhone donde revisa redes sociales, o en el televisor que hace streaming, en las consolas de videojuegos o en artilugios tecnológicos de la cocina y la casa. Las decenas de fábricas de TSMC, donde los chips se arman físicamente, se ubican en la costa oeste de Taiwán.
¿Por qué TSMC es tan especial? La industria de la fabricación de los chips o semiconductores es muy compleja y concentrada. Como el autor del libro ‘Chip War’, Chris Miller, lo describe, se trata de una de las pocas facetas de la economía moderna que “es dependiente de muy pocas empresas”. Todo empezó cuando los fabricantes comenzaron en los años ‘80 a diseñar los chips o la tecnología detrás de ellos, pero no a producirlos. Fue así que gigantes como Nvidia o Qualcomm se convirtieron en ‘fabless’, es decir, delegaron el trabajo de la producción en masa a terceros. Fue un intento de ahorrar recursos y optimizar la fabricación.
Pero de todas las empresas manufactureras de chips, hay tres que se distinguen: Samsung e Intel, que producen semiconductores para sus propios productos y de terceros, y la taiwanesa TSMC. Entre las tres, TSMC sigue siendo la más competitiva y ha invertido innumerables recursos en investigación y desarrollo para ser la reina de la llamada ‘ley de Moore’. Esta ley se refiere a la carrera tecnológica por fabricar los transistores y procesadores cada vez más pequeños y potentes.
Y también ha hecho importantes inversiones en ampliar sus instalaciones. En 2021 desembolsó US$ 100 000 para expandir su cadena de fabricación. Recientemente, TSMC gastó US$ 20 000 para adecuar la llamada Fab 18, un edificio donde fabrica los chips más avanzados, incluyendo para proyectos de IA. La nueva versión del chatbot GPT-4 se ha aliado con la app Duolingo.