ENFOQUE SOBRE MIGRACIÓN CHINA

Historiador tusan con impactante obra

El doctor (C)Miguel Situ Chang y la portada de su primer libro. Foto: Jorge Calderón Parra

Más allá del martirio y la humillación sufridas en carne propia por los varios miles de migrantes chinos en el período 1849-1874, el historiador tusan Miguel Situ Chang –basado en su tesis universitaria- ofrece una visión de la realidad vivida con la presentación del libro “Indoblegables, laboriosos y perspicaces. La inmigración china en el Perú y el tratado de 1874”, editado por el Fondo Editorial de la PUCP, con el auspicio del Centro de Estudios Orientales y de la Sociedad Central de Beneficencia China en el Perú, estrenado en reciente la Feria del Libro Ricardo Palma (Miraflores) y con segunda presentación en la Sociedad Cu Con Chau (sede San Borja).
A través de cada página, el autor no solo muestra vena y afán de historiador sino de ofrecer una visión diferente, analizando reveladores archivos -como del Ministerio de Relaciones Exteriores, Biblioteca Nacional, Municipalidades y Arzobispado- a fin de desentrañar el contexto de lo ocurrido entre 1849/74 y romper el molde otros estudios que caracterizan a esos migrantes “como simples marionetas a merced de las circunstancias”, tal como ratificaron la doctoras Isabelle Lausent-Herrera y Scarlett O’Phelan Godoy, en sus comentarios de presentación.
La lectura, en sí, resalta que ese trabajador chino, más allá de naturales quejas y reclamos frente a las promesas incumplidas de los contratistas, supo mantener enhiesto su espíritu y capacidad de iniciativa, para confrontar la realidad y las luchas por el poder político que se vivía en un país fragmentado. La permanente imagen del chino envilecido o exótico se reivindica; Situ Chang demuestra que esos cuerpos plasmaban energía infatigable en camino hacia un futuro con dignidad, a pesar de los prejuicios, las diferencias culturales (además de usos y costumbres) y las dificultades de comunicarse en propia lengua con los locales.
Un punto valioso, por citar dentro de conjunto, son la rebelión de Cajanleque (1866) y la revuelta de Pucalá (1868), acontecidos en la costa norte.
Situ Chang confirma que habrá de continuar con la tarea emprendida y generar nuevos espacios de debate y de reflexión; además de invitar a las nuevas generaciones de descendientes chinos a participar en trabajos de investigación “porque hay mucho trabajo por hacer y mucho camino por recorrer”.