Ola de calor afecta sembríos y economía global
Foto: El Financiero
Este verano boreal en el oriente ha batido récord en China, en relación a los 61 años anteriores con temperaturas que superaron los 40º grados centígrados, originando problemas en la agricultura, energía y, por extensión, y a la cadena de suministros, tanto interno y externo. El río Yangtsé, en su recorrido –el primero a nivel nacional y tercero en el mundo, es esencial, pues provee recursos a un tercio de la población china.
Varias provincias tuvieron que soportar apagones, recortes de fluido eléctricos y hasta paralización de fábricas y comercios, como ocurrió con más énfasis en Shanghái y Sichuan, mientras los residentes para amenguar el calor se refugiaban en las estaciones del metro o ferrocarrileras o bajo puentes.
El Gobierno central, ante los bajos niveles del Yangtsé y de otros ríos, decidieron provocar lluvias artificiales (en el centro y sur oeste), bombardeando con yoduro de plata las nubes, a fin de salvar los sembríos de arroz y soya, mientras otros productos como –por citar- los racimos de uvas se convertían en simples pasas; lo buques y otras naves menores tenían dificultad para transitar por las escasas aguas.
Frente a ese desafío de la naturaleza, el Ministerio de Hacienda destinó 10 mil millones de yuanes (US$ 1 460 millones) de los fondos de reserva centrales a apoyar el alivio de la sequía y la producción de granos de otoño. Alrededor de 6 500 millones de yuanes de los fondos son utilizados para conservación de agua y alivio de la sequía con el fin de garantizar el abasto de agua potable para unos 500 millones de habitantes habitantes y para la irrigación agrícola.
Otros 3 500 millones de yuanes serán destinados a la producción de granos de otoño. Además utilizados principalmente para apoyar a los agricultores afectados por la sequía en la adquisición de combustible, pesticidas, semillas y otros materiales necesarios para restablecer la producción agrícola, así como para subsidiar los químicos que pueden ayudar a los cultivos a resistir la sequedad.