Film levanta polémica
Es muy poco probable que el algoritmo de Netflix recomiende una película Made in Taiwán, pero “Llevo tu nombre grabado” corre con ventaja porque fue un éxito de taquilla en la región insular. La película del director Li Kuang-hui se centra en la conflictiva historia de amor gay entre dos chicos que cursan el último año de un colegio secundario. Y está ambientada en un período especial: en 1987, cuando en Taiwán se levantó la Ley Marcial y la isla comenzó a cambiar un modelo político autoritario por otro más abierto.
Esa transición no iba a ser fácil: los prejuicios y la represión estaban presentes a pesar de todo en la vida cotidiana de los taiwaneses, y por supuesto que la relación entre A-Han y Birdy iba a ser tortuosa.
El filme presenta a sus personajes como dos criaturas opuestas: A-Han proviene de una familia humilde y conservadora, mientras que Birdy se siente más libre y es más desafiante. Pero es el peso de un modelo que sólo castiga lo que determina cada acción de los protagonistas. El director pone en primer plano el brutal bullying que generaba la homofobia en ese cercano ayer, y también refleja las dudas y las miserias de sus criaturas.
“Llevo tu nombre grabado” fue comparada con la excelente “Llámame por tu nombre”, pero es un paralelo equivocado. Esta historia convive con un contexto más oscuro y está asfixiada por la culpa. Además, hacia el final se convierte en un melodrama clásico, y la potencia del planteo inicial pierde algo de fuerza.