LA MIEL DE AIKAWA

Repostería peruana en el Japón

Los propietarios Choko y Midori Miyazato, con su familia

Por Rosa María Sakuda

Uno de los lugares predilectos para los latinos y en especial de los peruanos, que residen en la zona de Kanagawa y alrededores, es saborear los dulces y bocaditos de la “La Miel de Aikawa”. Una pastelería que, a pesar de las múltiples crisis que ha tenido Japón en los últimos años, ha sabido permanecer en el negocio por 15 años. Y justamente están de aniversario celebrando sus primeros tres lustros.
La pareja de esposos nikkei, Choko y Midori Miyazato, partieron de Lima al Japón hace 23 años, con la idea de quedarse sólo un tiempo, pero el destino le puso en sus manos otra visión que ya antes habían tenido en el Perú y decidieron quedarse. Con gran esfuerzo empezaron en un pequeño local para luego de 4 años, mudarse a un espacio mayor y más vistoso, que es el que tienen actualmente. Aumentando vitrinas, aparte de seguir ofreciendo deliciosos dulces y bocaditos.
Tuvimos la oportunidad de conversar con Midori, quien nos contó sobre sus inicios, esfuerzos, logros y lo que vivió para poder seguir adelante en la repostería, donde podemos saborear lo peruano en un país tan lejano y que por falta de insumos es difícil hacerlo en casa o conseguirlo en cualquier pastelería japonesa.

¿Desde cuándo funciona
“La Miel de Aikawa”?
En septiembre cumplimos 15 años, nos iniciamos en el año 2006. Empezamos en una pequeña tienda, Luego de 4 años nos mudamos a un local mucho más grande. Aquí estamos ya 11 años.

¿Cómo fueron sus inicios?
Desde que llegué a Japón ya hace 23 años, siempre elaboré tortas. Empecé en casa, pero luego surgieron inconvenientes que nos obligaron a buscar un pequeño local. Nunca había estado entre nuestros planes tener un negocio tan grande como este.

¿Fue fácil el comienzo?
No, en un comienzo como te mencioné, se presentaron ciertos obstáculos caso el idioma, disponibilidad de algunos insumos, ya que aquí hay productos que no te permiten usar ni importar, entre otras circunstanciasmás, así que tuvimos que adaptarnos a los usos y costumbres del país.
Cursé estudios en una escuela de pastelería en Sagamihara, en la prefectura de Kanagawa, también en el Perú y Estados Unidos. Y aún sigo adquiriendo conocimientos en técnicas de preparación y presentación, ya que la pastelería ha evolucionado mucho en los últimos años.

¿Has tratado de adecuar
los dulces al estilo japonés?
Si, aunque la gran mayoría de nuestros clientes son latinos y ellos buscan siempre un lugar donde disfrutar de esos pequeños caprichos que estén hechas de forma casera y les traiga gratos recuerdos.

¿Cuál es la especialidad?
Los postres, bizcochos y tortas, así también los chicharrones y las mollejas.

¿Cómo les ha afectado la
pandemia del coronavirus?
Por supuesto que la pandemia afecto muchísimo. Fue el peor periodo. Con un fuerte descenso de ventas. Recién se empieza a ver y sentir una leve mejoría que gana cada día más fuerza, gracias a la flexibilización sanitaria. Fue una situación muy difícil para todos.

¿Se sienten satisfechos
con el logro del negocio?
Definitivamente sí, más aún, cuando la Asociación de Higiene en el rubro de Alimentación de la ciudad de Atsugi, nos hizo entrega del reconocimiento de la Ciudad. Los únicos extranjeros entre todos los japoneses en recibir este premio.

Frontis del nuevo local de emprendedores nikkeis, donde resaltan el sabor peruano y latinoamericano, ubicado en 347-1 Nakatsu, Aikawa, Aiko District, Kanagawa 243-0303, Japón

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