UNA MUJER EXTRAORDINARIA
Fachada del clásico Teatro de Variedades “Blanquita”, en los años de 1960
Compartiendo mesa con Carlos Monsiváis, Bridget Tichenor y la diva Marías Félix en el King Kong
por: Alfredo Kato
Margo Su comenzó como bailarina en las carpas y centros nocturnos de la Ciudad de México y llegó a convertirse en propietaria de la sala teatral más popular y famosa de México, el Teatro Blanquita, y en una gran empresaria artística que organizó conciertos de grandes figuras del mundo del espectáculo como Liza Minnelli o Sergio Mendes. Pero ella fue mucho más. Aquí les contaremos la historia de una mujer extraordinaria, que llegó a codearse con intelectuales y políticos.,
Su nombre real era Margarita Su López y nació el 21 de marzo de 1930 en la Ciudad de México. Fue hija del ciudadano chino Florentino Su y de la mexicana María López Siordia. Como la familia atravesaba por una difícil situación, su hermana mayor se vio obligada a presentarse en los escenarios como la exótica vedette Su Muy Key, “La Muñequita China”. Esta fue asesinada en 1951 por su amante,un periodista amarillista, que seguidamente se suicidó.
Cuando Margarita tenía 13 años, decidida a ayudar a su familia, optó por seguir los pasos de su hermana mayor y se convirtió también en bailarina y corista en aquellas carpas populares de las que surgieron artistas como “Cantinflas”. Siendo todavía una jovencita se enamoró y se casó con el empresario Félix Cervantes y las cosas parecieron mejorar porque ganaron un premio de la Lotería Nacional y con este dinero compraron un terreno frente a la Plaza Garibaldi.
Y en esa área levantaron el Salón Margo, un teatro en el que -tal como en las carpas donde había bailado- presentaba espectáculos con cómicos, vedettes y cantantes. Como los precios de las entradas eran baratas y ofrecía atractivos shows, el público respondía bien en la taquilla. Yo disfruté una noche de las actuaciones de María Victoria, Angélica María,”Viruta y Capulina”, Enrique Guzmán, Lucho Navarro, Luis Arcaraz Jr. y su Orquesta, “Borolas”, etc., pagando menos de 10 pesos.
Sin embargo, un grupo de señoras de la “alta sociedad” inició una campaña contra el Blanquita – donde también cantó nuestra Tania Libertad – a través de los periódicos y cartas dirigidas al regente (alcalde) de la Ciudad de México, alegando que sus shows eran vulgares..Entonces, el regente Ernesto P. Uruchurtu, se sintió presionado y, alegando que el local tenía fallas de seguridad, ordenó la demolición del Salón Margo, afectando no solo a sus propietarios sino también a los artistas.
Pero Margo era luchadora y, siempre con el apoyo de su marido, construyó una nueva sala teatral y le puso el nombre de Teatro Blanquita, en honor de una prima de su esposo. La inauguración tuvo lugar el 27 de agosto de 1960 teniendo como atracción principal a Libertad Lamarque. A pesar de haber adquirido gran fama como empresaria teatral, Margo Su aceptó actuar en el cine (“Confidencias matrimoniales”, “División narcóticos”, etc.) y en la televisión (telenovelas “El pecado de Oyuki” y “Extraños caminos del amor”)
Además, era una mujer que aspiraba a ser cada día mejor y leía a los grandes autores y llegó a ser amiga de Gabriel García Márquez, Carlos Monsiváis y muchos otros, a través del periodista Iván Restrepo. Con ellos fundó el Ateneo de Angangeo que reunía periódicamente a intelectuales y políticos como Carlos Salinas de Gortari, quien llegaría a ser más tarde presidente de México. El grupo se reunía en casa de Restrepo y, mientras almorzaba, conversaba sobre diferentes temas y Margo Su escuchaba e iba aprendiendo.
Ayudó en 1984 a fundar “La Jornada”, periódico de formato tabloide que circula en todo México y que ocupa el cuarto lugar en cuanto a tiraje y que solo en la Ciudad de México cuenta con unos 387 mil lectores. En sus inicios, Margo Su escribió en la sección cultural y adquirió tal manejo en el uso del lenguaje y la redacción que llegó a ser autora de dos libros “Alta frivolidad” y “Posesión” . Víctima de un cáncer, Margo Su falleció en Portland, Estados Unidos, el 1 de julio de 1993. Le sobreviven sus hijos Félix y Víctor Martín Cervantes Su.