Aroma y sazón bilaterales
“Más china que yo no hay” se presenta así misma la artista plástica Mai Yap. Y es que, aunque nacida en Panamá, su ascendencia china es más que obvia. No solo en su físico, sino en su trato amable y su sonrisa ligera. Su madre nació en Macao, mientras que su padre, fue de la primera generación de padres chinos que nacieron en Panamá.
La pintora, que se caracteriza por sus cuadros abstractos hechos con la espátula, recuerda que la cultura china siempre ha estado presente en su hogar. “Desde niña, al abrir los ojos me encontraba en un aposento chino. Veía a mi madre rezar a sus santos todos los días. El olor a incienso. El sabor estilo chino de su comida, mezclado con la sazón panameña. Desde siempre la cultura china estuvo involucrada en mi vida y eso formó lo que soy hoy día”, recuerda.
Esos primeros años de crecimiento, fue educada con el ejemplo. “Mis padres eran unas personas esforzadas, dedicadas a trabajar por sus hijos. Hablaban poco y cuando lo hacían, hablaban en chino. Nosotros realmente crecimos observando, todo fue desde el ejemplo”.
Precisamente, esa conexión con la cultura de sus padres creó una influencia marcada en su estilo de pintura. “Cuando mi mamá viajaba a China, siempre traía curiosidades, como bellezas labradas en joyas. Tapices con mil hilos. Todo era de una hermosura delicada y complicada al extremo. Entonces, en mi obra definitivamente tuve todo eso. Empezando por las flores cuando las pintaba ultra realistas. Y hasta el día de hoy, aunque hago abstractos, mi mente, mi corazón siempre buscan los detalles. Porque al final, de cierta forma busco expresar, imitar, todo lo que aprecié de la cultura china; como la elegancia y los detalles”, explica la artista, que actualmente reside en Florida, Estados Unidos.
Ella se define como alguien que pinta con mano asiática pero con los colores tropicales típicos de Panamá. Una mezcla de la cual se siente bendecida, ya que esta dicotomía ha enriquecido sus cuadros y les han dado ese toque tan característico.
Mai Yap, como artista, reconoce que la cultura china no solo la ha influenciado a ella, sino a la cultura panameña en general. “En los 180 años desde que los chinos llegaron a Panamá, poco a poco nos hemos ido integrando a la cultura panameña, hasta que hoy definitivamente es una mezcolanza. Desde las conexiones humanas, hasta la gastronomía china que es muy popular en Panamá. La cultura china ha influenciado mucho en la panameña y ahora es parte del sentir del istmo”.
De igual manera, cree que de este intercambio los chinos también pueden aprender un poco del pueblo panameño. “Sobre el calor humano, el ser amigo de un desconocido, vivir de la alegría sin importar si tienes o no tienes”. Y qué otra forma más efectiva que a través del arte. Ese medio que como ella describe puede hacer “puentes culturales y crear cambios sociales”.
Precisamente, si bien su obra siempre ha abogado por el medio ambiente, en sus recientes trabajos también trata de exponer aún más la cultura china. Entre sus proyectos a futuro está explorar aún más sus raíces asiáticas y poder organizar un show de fine art en Panamá, y si se da la oportunidad en otros países, para hablar de la historia de los chinos en el istmo. Desde su perspectiva, como la de otros artistas chino panameños. Un pequeño, pero significativo paso, para que las personas en el mundo se acerquen aún más.
Texto y fotos: Roy Espinoza