Consolidando la integración
La riqueza y diversidad del folclore japonés realzó la 47 Edición de la Semana Cultural del Japón, realizada en el marco del 120 aniversario de la presencia japonesa en el Perú, bajo la organización central de la Asociación Peruano Japonesa y la intervención de diversas entidades de la comunidad.
Un hecho inédito fueron las actuaciones del historiador y ninja Kenji Osawa, descendiente de Iga Ninja, y de Eiji Murai, que practica artes marciales de estilo antiguo (Kobudo), además de cinturón negro en jyu-jyutsu, lai-jyutsu y steick-jyutsu.
Asimismo, la artista Yumi Kurosawa tocó koto, instrumento de hasta 20 cuerdas, entrelazando temas japonesas y peruanos, así como arreglos de grandes compositores japoneses y europeos en el concierto “Koto, sonidos sin fronteras”.
También el festival gastronómico, en la explanada del Teatro Peruano Japonés, con presencia de expertos itamaes de las diversas prefecturas, cautivó el paladar de una gran concurrencia, destacando potajes como el obento, la sopa típica de Fukuoka, la sopa fuerte okinawense, los tallarines fritos, mimiga sahimi, el yakitori de Hiroshima, entre más, y postres casos del nantu y sata andagi. La reconocida chef Angélica Sasaki presentó recetas de ensala oriental, salteados y tallarín con vegetales y pollo, con los auspicios de Aji No Moto.
Las actividades se complementaron con las intervenciones de Yuna Daiko, agrupación de taiko, coreografías de las maestras Rika Kando y Kanako Kuno, la escuela Ryusei Honryu Ryueikai-Perú y Ryukyu Koku Matsuri Daiko, a los que se sumaron escolares de los talleres de música, danza y canto de los planteles de la comunidad.
De otro lado, se llevó a cabo el torneo I-Go en que se disputó la Copa embajada del Japón, reuniendo a varias decenas de expertos en el milenario juego de estrategias que fue introducido a Japón, desde China, hace más de 13 centurias, y organizó la Asociación Peruana de I-Go Shogi (APIS), en las instalaciones del CCPJ.
Un tema característica fue el rito del Té, el Chanoyu, que representa una de las tradiciones de la cultura japonesa que ha deslumbrado al mundo, donde se conjugan armonía, respeto, pureza y paz interna, presentado por la Asociación Urakense Tankokai, en el auditorio Dai Hall.
Los actos se cerraron con el tradicional Matsuri, que llegó a su versión XXVIII, en las instalaciones de la AELU y la participación de diversas entidades representativas de la comunidad y de planteles escolares, a lo que se sumó la generosa participación artística para concluir con el colorido Hanabi.