TARIFA DE CARBONO

Entró en vigor fijación de precios

Foto: Radio Taiwán Internacional 

Taiwán implementó un nuevo sistema de tarifas de carbono desde el 1 de enero, dando inicio a su era de fijación de precios al carbono. Este sistema abarcará industrias con emisiones superiores a 25 000 toneladas anuales de gases de efecto invernadero, como generación eléctrica, manufactura y suministro de gas.
Aproximadamente 500 instalaciones, que representan el 54 % de las emisiones internas, estarán sujetas a esta normativa. Se permitirá una exención de las primeras 25 000 toneladas y se aplicará una tarifa estándar de 300 dólares taiwaneses (US$ 9 aproximadamente) por tonelada, con opciones de tarifas reducidas para empresas con planes de reducción voluntaria.
El ministro de Medio Ambiente, Peng Chi-ming, explicó que este sistema es solo el primer paso hacia un modelo más avanzado de comercio de emisiones basado en límites máximos, que se espera implementar en tres o cuatro años. Este modelo no solo promete mayores beneficios en la reducción de carbono, sino también la integración de las instituciones financieras en el esfuerzo por mitigar el cambio climático. Una de las estrategias en discusión incluye la emisión de bonos climáticos verdes, siguiendo el ejemplo de Japón.
Además, el Ministerio de Medio Ambiente ha planificado la creación de tres fondos destinados a promover el crecimiento verde. Estos fondos buscan atraer inversiones del sector financiero y de seguros, además de ampliar el impacto de las tarifas de carbono mediante un fondo específico. Aunque estas medidas representan un avance significativo, el ministro reconoció que el desarrollo de conceptos innovadores en finanzas verdes sigue siendo una asignatura pendiente en Taiwán, lo que requiere un mayor compromiso gubernamental.
El gobierno taiwanés tiene grandes expectativas en el potencial del sistema de comercio de emisiones para mejorar la eficiencia en la reducción de carbono y promover la sostenibilidad financiera. Sin embargo, su éxito dependerá de una implementación efectiva y del diseño de políticas complementarias que impulsen la innovación y fortalezcan la colaboración entre los sectores público y privado. A medida que Taiwán avanza hacia una economía más verde, también enfrenta el desafío de equilibrar las demandas ambientales y económicas.