Recorrido natural desde antaño
Fotos: El Periódico
Entre los densos bosques de Alishan, una de las cadenas montañosas más altas de Taiwán, se descubre como serpentea el que muchos amantes de los ferrocarriles han bautizado como el tren más bonito del mundo, el Alishan Forest Railway.
La construcción de este ferrocarril se inició en 1899 por los japoneses con el objetivo de transportar troncos montaña abajo y, en un principio cubría la ruta entre Chiayi y Erwanping, separadas por unos 60 kilómetros de distancia. Años más tarde se amplió hasta los 71 kilómetros, llegando hasta Alishan.
Además de su belleza y encanto, las cifras que rodean a este tren resultan sorprendentes: sube desde los 30 metros sobre el nivel del mar hasta los 2.216 metros, tiene 47 túneles y 72 puentes. Y, cabe decir, porque en su ascensión pasa por diferentes climas y tipos de terreno.
Arranca el viaje del Alishan Forest Railway en Chiayi recorriendo un primer tramo de 15 kilómetros en un terreno plano. Y, de repente, emprende un ascenso de más de 200 metros rodeando el monte Duli. El paisaje se transforma completamente y la aventura no ha hecho más que empezar.